Los Rockets se mueven en un mar de incertidumbre. Es lo que se puede decir tras las últimas fechas, de continuos cambios para una franquicia que ha sido aspirante de manera constante en la última década pero ha chocado con las limitaciones de su propio sistema y no ha podido siquiera acceder a las Finales. El Houston quiere pero no puede ha sido casi una tradición en Texas, un estado pionero en una manera de entender el baloncesto que desarrollaron los Warriors y potenciaron al máximo Daryl Morey y Mike D'Antoni. El directivo ha puesto ahora rumbo a la Conferencia Este, con unos Sixers necesitados de sus matemáticas y de una reconstrucción que oriente El Proceso y lo lleve a cotas que al principio se preveía que podía alcanzar; el segundo, será asistente de un Steve Nash al que en su día dirigió en un equipo, los Nets, en el que sigue pareciendo que mandan más Kyrie Irving y Kevin Durant que cualquier otro. A pesar, eso sí, de que uno haya jugado menos que nada y el otro, literalmente, nada. Es lo que tiene la era de los jugadores empoderados... y todo lo que ello conlleva.

Después de la eliminación ante los Lakers, los Rockets se mueven en días qjetreados y en poco margen de maniobra. El próximo día 20 se abre el mercado y no parece que los texanos sean protagonistas. Sin embargo, ciertos sectores no parecen convencidos de que Westbrook y Harden estén del todo contetos con el fichaje del nuevo entrenador, un Stephen Silas desconocido y fichado por un Tilman Fertitta que no parece querer dejar escapar el proyecto. Según el mandamás, cara visible de la franquicia tras la salida de morey, Houston quiere seguir siendo aspirante, pero hay que revisar qué hacer y cómo hacerlo en los próximos meses. El objetivo puede ser mantener el bloque y a dos de los jugadores más carismáticos de la competición. Por otro lado, la salida de uno de ellos podría ser una oportunidad para rodear a Harden de una nueva plantilla que luche por un campeonato tan esquivo como inexistente. Y ahí entra Werstbrook, el recién llegado, un base que aterrizó en Houston para unirse a su amigo Harden en un traspaso que muchos consideraron inadecuado tras ver el extraordinario nivel en el que Chris Paul se ha movido en los Thunder.

Kevin O'Conor, periodista de The Ringer, ha sugerido la posibilidad de que el base sea traspasado en relación al enorme contrato que atesora (41 millones de dólares para la temporada 2020-21). Y, para él, hay opciones que puedes situarle fuera de Houston. Los Knicks han sonado como posibles candidatos a un traspaso, pero el nombre más importante que se ha visto incluido en las posibles negociaciones ha sido el de los Clippers, que buscan un distribuidor que no han tenido y darle al proyecto un vuelco para convertirse, ya sin Doc Rivers (también en los Sixers) y con Tyronn Lue, en aspirantes. Ahí entraría un Westbrook por el que tendrán que dar mucho y que ha promediado 27,2 puntos, 7,9 rebotes y 7 asistencias en su primera temporada en los Rockets a pesar de su bajón, motivado por tener que compartir más el balón con otra superestrella como Harden. Sin embargo, O'Connor ve posible el fichaje si los Clippers ofrecen lo suficiente.

Ahora bien, parece complicado que Westbrook pueda llevar a cabo este movimiento. Con más de 132 millones comprometidos hasta 2023, cuando contará con 33 años, parece complicado que un equipo como los Clippers puedan arriesgarse así con él, sobre todo teniendo en cuenta que Kawhi Leonard tiene pendientes casi 70 millones en los dos próximos cursos y Paul George se mueve en cifras parecidas. El posible fichaje de Westbrook podría liberar a los angelinos de ir a por un Rajon Rondo que ya ha sonado en su órbita y hacerse con un jugador de primer nivel, que ha sido All Star en ocho temporadas y MVP en el curso baloncestístico 2017-18. De una forma u otra, habrá que esperar al mercado de fichajes para descubrir que intenciones tienen los Clippers en la agencia libre. Y si los números cuadran, claro. Eso siempre.