Auba sube al tren de Gavi y Pedri
El Barça respondió en Mestalla y reconquistó los puestos de Champions goleando al Valencia por 1-4 en una nueva exhibición de eficacia que supuso la primera gran actuación de Aubameyang en LaLiga. Si el Barça acierta arriba tiene mucho ganado porque le sigue faltando dominio de partido y en defensa sigue dejando muchas dudas, especialmente Ter Stegen. Pero si empiezas picando con Auba y acabas mandando con Pedri, pocos equipos se puede encontrar Xavi que en sus buenos días le planten cara. Otra cosa es que el Valencia volviera a naufragar y que a los catalanes les falte continuidad.
Un partido en Mestalla entre el Valencia y el Barça es lo más parecido a la caja de bombones de Forrest Gump: nunca sabes lo que te vas a encontrar. De nuevo, ambos equipos que están unidos por tener la vida social más apasionante de LaLiga y que muchas veces dan más juego entre semana que el día de partido, no defraudaron a las expectativas, que venían marcadas por el debate del estilo. Ni caso. Cosas de cronistas. Cuando Valencia y Barça salen a Mestalla el partido tiene números de ser divertido. Lo fue.
En el Barça Xavi dio descanso a Pedri, que acabó siendo el dueño del partido, y mantuvo a Frenkie de Jong, mientras que Dembélé parece haber conquistado de nuevo la titularidad en una línea atacante que nada tiene que ver con la de la primera parte del campeonato. Torres, Aubameyang y Dembélé, con todos los respetos, nos son Memphis, Braithwaite y Demir.
El Barcelona da la sensación que se juega sus partidos al rojo y negro de la ruleta. Si hay máxima eficacia delante, premio; si se desvía el carro, a sufrir. En la primera parte, al equipo blaugrana todo le salió de cara.
Embocó los tres primeros disparos que realizó, tuvo la suerte de que Marc André-Ter Stegen, que sin duda fue el futbolista más peligroso del Valencia con una primera parte digna de cine cómico, se comiera un gol ridículo que llegaba tras fuera de juego, que se tragara otro centro de Bryan Gil que dio en el larguero y que ni se enterara en el gol del Valencia que el colegiado anuló porque la pelota había salido por la banda.
La catástrofe alemana en la portería blaugrana tuvo su compensación en un afinadísimo Aubameyang, que ya avisó a los 19 minutos y que demostró sus mejores virtudes (ir al espacio) con dos goles en el 23' y en el 37'. En ambos, rozó el fuera de juego, pero en esa primera parte todo le iba rodado a los barcelonistas. Entre los dos goles del nuevo delantero culé, al que Mestalla se le da de cine porque ya había marcado un triplete con el Arsenal, se unió Frenkie de Jong a pase de Dembélé.
Pero es de destacar el papel de Jordi Alba, imperial en ataque viendo los huecos y sufriendo en defensa. Vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar la próxima jornada y casi ve la segunda en la jugada del gol anulado al Valencia por fuera de banda por tocar el balón con las manos.
En condiciones normales, un 0-3 a favor del Barça hubiera sido el archivo del partido, pero este Barça ya vivió lo mismo en Vigo, donde ya dejó escapar esta ventaja.
De salida, Eric tuvo que dejar su puesto a Mingueza al notar molestias, mientras que Bordalás ganaba colmillo con Maxi: ingrediente fabuloso para animar partidos vibrantes.
Y como que con estos protagonistas y ese escenario el lema es por norma, “lo que sucederá, no les dejará indiferentes”, el Valencia acortó distancias con un gol de Carlos Soler de cabeza que, de nuevo, podría apuntarse al casillero de Ter Stegen. Como no podía cambiar al portero, Xavi trató de retomar el control del juego dando entrada a Pedri por De Jong, al que los escenarios afilados le incomodan. Y el duelo no estaba para remilgos, estaba para gente como Pedri, que a la primera que pudo miró a portería y sorprendió a Mamardashvili, que en un noble gesto de compañero no quiso dejar solo al alemán, que ya no pasó más apuros hasta el final de un partido en el que Aubameyang se sumó a la causa.