Bill Russell ha fallecido este domingo a los 88 años
Luto, tristeza y lágrimas en la NBA. William Fenton ‘Bill’ Russell (Monroe, Luisiana, 1934) ha fallecido este domingo a los 88 años, según informó Shams Charania (The Athletic). Nos deja una de las primeras estrellas de la Liga norteamericana, en particular, y del mundo del deporte, en general, el hombre con más anillos de la historia con 11 en tan solo 13 años, dos como entrenador-jugador.
Todos ellos en Boston, en sus Celtics, a los que elevó al Olimpo de la NBA junto a su gran mentor, al gran jefe de los banquillos, el enorme Red Auerbach. Ocho fueron seguidos entre 1959 y 1966, eclipsando a los New York Yankees y sus cinco series mundiales de 1949 a 1953, y a los Montreal Canadiens con sus cinco Copas Stanley (1956 a 1960).
Russell fue consagrado como cinco veces MVP de la competición (1958, 1961, 1962, 1963, 1965) y 12 veces elegido para el partido de las estrellas anual de la Liga norteamericana, además de convertirse en 1966 en el primer entrenador afroamericano de la historia de la NBA, después de suceder a una leyenda de los banquillos como Red Auerbach. Un hombre sin igual, pionero en todas las áreas del deporte de la canasta.
Una noticia que trasciende en todas las eras de la máxima competición americana. El propio comisionado de la NBA, Adam Silver, ha querido publicar un mensaje de condolencia a su familia y al mundo del baloncesto declarando que “Bill Russell ha sido el campeón más grande de la historia de los deportes colectivos”.
Sus ocho campeonatos consecutivos (1959-1966) dejaron paso a una etapa de entrenador-jugador que culminó con dos campeonatos más (1968,1969). Tras ganar este último trofeo, se retiró a los 35 años.
Su rivalidad con Wilt Chamberlain fue la primera gran lucha entre dos colosos en la NBA. El campeonato de 1964 llegó ante los San Francisco Warriors donde militaba el legendario pívot. En las ocho eliminatorias de Playoffs que se han enfrentado, Russell salió victorioso en siete.
En cuanto a sus promedios a lo largo de su carrera, Russell capturó 22.5 rebotes por encuentro, firmando un partido de 51 rebotes y dos de 49. A ello se añaden 15 puntos de media en las 13 temporadas que estuvo en la NBA y 12 campañas de manera consecutiva atrapando 1000 rebotes o más.
El legendario ‘6′ de los Celtics ostenta el récord de rebotes capturados en una sola parte, con 32 ante los Philadelphia Warriors en el año 1957 del miembro del Hall of Fame Paul Arizin.
Su influencia abarca el baloncesto hasta el día de hoy, ya que el trofeo del MVP de las Finales recoge su nombre desde febrero de 2009, cuando lo anunció el por aquel entonces comisionado de la NBA, David Stern.
En un comunicado de los Charlotte Hornets, Michael Jordan, propietario del equipo, ha comunicado sus condolencias: “Bill Russell era un pionero en todos los ámbitos. Él allanó el camino y dio ejemplo a todos los jugadores afroamericanos que llegaron a la liga después que él”, explicaba el legendario jugador de los Chicago Bulls.
El legado de Bill Russell en el deporte americano va más allá de sus cualidades en la pista. Su impacto en la lucha racial de los Estados Unidos le ha consagrado como una de las grandes figuras de la historia del baloncesto. El ex de los Celtics fue condecorado con la Medalla de la Libertad por Barack Obama en el año 2011.
Russell participó en la marcha de 1963 en Washington junto a Martin Luther King para defender los derechos sociales, además de haber sido, durante décadas, una figura activa en las acciones campañas contra el racismo con deportistas como Mohammed Ali o Kareem Abdul-Jabbar. Precisamente se juntó con el pívot de los Lakers en la conocida Cleveland Summit, en 1967, protegiendo al boxeador tras su negación a pelear en Vietnam.
El ex de los Celtics tuvo que vivir el racismo a diario en su juventud en Louisiana, tanto a nivel individual como familiar. Tuvo claro, desde su paso por la universidad de San Francisco, donde ganó los dos únicos campeonatos cosechados por el equipo en su historia (1956,1957), que quería formar parte de algo más grande que el baloncesto.
La ciudad de Boston tuvo su particular homenaje con el histórico jugador que le llevó a la gloria en la década de los 60 con una estatua en el ayuntamiento de la ciudad construida en el año 2013.