Brasil tiene decidido no jugar la Copa Ámerica
Los internacionales brasileños lo tienen claro: no jugarán la Copa América. Además, los líderes del vestuario canarinho están en contacto constante en los últimos dos días con las figuras de las otras selecciones sudamericanas en un intento de crear un movimiento organizado en contra de la realización de la competición de la CONMEBOL.
El motín de los internacionales brasileños comenzó en el momento en el que los jugadores se enteraron, a través de la prensa, que la Copa América sería en Brasil. El grupo estaba en la concentración de la Granja Comary y la reacción fue de espanto, indignación, ya que la impresión que existía dentro del grupo era que, ante el descontrol de la pandemia en Sudamérica, el torneo sería cancelado. Los jugadores se sintieron traicionados y utilizados por la directiva de la CBF, en especial su presidente Rogerio Caboclo. Sintieron que se les había expuesto a una situación en la que ellos serían vistos como insensibles ante la crisis sanitaria que su país vive, con casi 500.000 muertos, para jugar una competición que les parece totalmente innecesaria: esta sería la cuarta Copa América de los últimos seis años.
Los jugadores expresaron su frustración al seleccionador Tite y pidieron una reunión con el presidente Caboclo, cada vez más cuestionado ante rumores de un presunto caso de acoso a una trabajadora de la CBF, desvelado por ESPN Brasil y Globoesporte.
La reunión entre el dirigente y los líderes del vestuario fue tensa y empeoró todavía más la situación. Tanto que acabó con Rogerio Caboclo amenazando con echar a Juninho Paulista, coordinador de la selección, por su incapacidad de controlar el motín de los jugadores.
Tite y Juninho han empatizado desde el primer momento con los jugadores y apoyaron el movimiento de su vestuario. No es algo nuevo el distanciamiento y mal ambiente en la relación entre el cuerpo técnico de la absoluta canarinha y la directiva de la CBF y el seleccionador, conocido por su equilibrio y carácter pacífico, lleva desde el martes intentando proteger a sus futbolistas de la ira del presidente Caboclo, que veía en esta Copa América en Brasil una victoria política en un momento de fragilidad.
Tanto que el dirigente prohibió que el capitán y líder de Brasil, Casemiro, compareciera ante la prensa este jueves por la noche, lo cual causó la furia del centrocampista del Real Madrid, que estaba deseando hacer pública la frustración del grupo.
Preocupado con el impacto del mal ambiente en los compromisos de las eliminatorias, Tite compareció sólo ante la prensa y afirmó que sólo romperán el silencio después del partido del martes.
"Los jugadores tienen su opinión, la han expresado al presidente y la haran publica en su momento. Y eso tiene mucho que ver con la ausencia de nuestro capitán, Casemiro, aquí ante vosotros", explicó Tite.
Todavía no se sabe si el movimiento por no jugar la Copa América se transmitirá contagiosamente a las otras selecciones. Aunque estrellas como Agüero, Luis Suárez, Muslera y De Arrascaeta ya han hablado públicamente de forma crítica sobre la realización de la competición.