Caos en Bakú y pole de Leclerc
Las cuatro banderas rojas en la clasificación del GP de Azerbaiyán quizás fueron un augurio: el genio Charles Leclerc consigue en 2021 la pole que debía haber logrado en 2019. Entonces se chocó cuando era el favorito, esta vez fue uno de los pocos que se libró de los muros de Bakú (ya encontró los límites el viernes) para firmar una primera posición inesperada en el garaje de Ferrari, aunque no sorprendente: los SF21 vuelan en el asfalto urbano y se crecen en condiciones difíciles. Y Bakú, con vientos cambiantes y muros que se mueven, es una de las pistas más complejas del año. Lástima que la vuelta buena de Sainz en Q3 no fuese fantástica, se quedó sin rebufo a tres décimas del monegasco y se colaron Hamilton, Verstappen y Gasly cuando la primera fila era posible de nuevo. De hecho, el madrileño terminó accidentado, con daños leves en un alerón, porque se iba a encontrar de bruces con Tsunoda, empotrado en las protecciones.
Los conductores locales apuran en las atascadísimas calles de la capital del Caspio, recurren al cláxon cada pocos instantes pero no chocan, porque saben hasta dónde pueden llegar. Algunos pilotos de F1 no lo tuvieron tan claro este sábado: la Q1 se interrumpió en dos ocasiones cuando primero Stroll, y después Giovinazzi, se fueron contra la barrera Tec-pro de la Curva 15. Habrá codazos y empujones entre los fotógrafos para seguir la carrera desde este viraje, el mismo en que Verstappen o Leclerc aparcaron sus monturas durante los libres. La Q2 tuvo idéntico final cuando se estrelló Ricciardo, eliminándose a sí mismo.
Alonso logró esquivar los problemas e hizo correr al Alpine para entrar en la Q3 definitiva, fue noveno y ganó un puesto por sanción a Norris. El duelo en clasificación con su compañero se entona, 4-2 ahora a favor del francés. El A521 tiene detalles inexplicables, no funcionó en Mónaco y no es un buen coche en recta, pero se está salvando de la quema este fin de semana. El asturiano aspira a los puntos en las condiciones lógicas previstas, aunque esta carrera suele contar con fenómenos paranormales.
Sainz salvó un choque mayor con Tsunoda
En el corte intermedio rondaban cinco pilotos en 40 milésimas (Max, Pérez, Sir Lewis, ¡Tsunoda! y Leclerc) y se mantuvo igual de abierta la lucha por la pole en la Q3. La clave entonces estuvo en el primer intento de todos, con un enorme Leclerc escapándose del resto mientras Sainz cedía en el segundo y tercer sector. Hamilton se dio aire y dio la vuelta unos minutos más tarde, pudo con Verstappen pero no con el Ferrari. En cuanto al madrileño, el quinto sabe a poco y el accidente final ensucia un día que su equipo celebrará fuerte, otra vez. Llegaba a 330 kilómetros por hora y sólo pudo bloquear para salvar un incidente mayor contra el japonés accidentado.
Encima se le coló delante Gasly, inspirado con el Alpha Tauri y líder de la Q2. Aunque las perspectivas en Ferrari para defender la pole son tan negras como hace dos semanas, en Mónaco: entonces Leclerc no compareció por avería, aquí es difícil que lo haga por falta de velocidad punta en la recta más larga del calendario. Sustos, choques, viento, dificultades en los garajes y al final, como siempre, Hamilton y Verstappen volverán a encontrarse.