Era el partido del presente pero sobre todo del futuro. Carlos Alcaraz (19 años) contra Jannik Sinner (20) significaba el duelo más joven en octavos de Wimbledon desde 1985. Entonces Boris Becker superó a Henri Leconte.
Sinner se asemejó más a Becker en la central del All England Club porque su tenis se adaptó mejor a las características de un hábitat en el que sólo se juega tres semanas por temporada.
El español no pudo hacer el rodaje que esperaba en césped por culpa del codo, que le obligó a borrarse de Queen's y a jugar sus cuatro compromisos en el torneo británico con una aparatosa protección.
Carlitos se quedó a las puertas de convertirse en el decimotercer miembro de la 'Armada' entre los ocho mejores de Wimbledon . Pero tendrá más oportunidades. Sinner, por contra, es ya el sexto italiano en la antepenúltima ronda gracias a un resultado de 6-1, 6-4, 6-7(8) y 6-3. Una derecha cruzada firmó la sentencia.
Más allá de la victoria de Jannik, Carlos volvió a mostrar un día más que es un ejemplo de caballerosidad cuando se interesó por su rival tras deslizarse por la moqueta verde. Incluso chocaron sus puños.
Alcaraz, en su estreno como profesional en la cancha centenaria, se mostraba más amenazante desde la devolución que su rival, pero no conseguía transformar eso en pelotas de 'break'.
De hecho fue su contrincante quien se fabricó la primera opción de rotura en el cuarto juego. La aprovechó porque a Carlitos se le quedó una dejada en la red.
El italiano, inmaculado al servicio, tenía una autopista para anotarse la manga inicial. Disparó el marcador hasta el 6-1. Suyos habían sido los últimos cinco juegos.
Después de la derrota de Heather Watson, la última británica en competición en féminas, la grada de la central se había quedado desangelada, en silencio. Los aficionados parecían asistir a una ópera.
Era un partido de tenis y Sinner había pasado de dominado a dominador. Sigue sin tener los músculos y la potencia de otros, pero lo suple con su depurada técnica y limpieza en el momento de impactar la pelota.
A los problemas tenísticos del pupilo de Juan Carlos Ferrero se le añadían los inoportunos resbalones. Su adversario jugaba un metro dentro de la pista y eso le permitía dominar desde el primer intercambio.
Alcaraz mostraba destellos de su calidad con derechas imposibles de contrarrestar. Pero era más irregular y eso se reflejaba en el tanteo.
Una doble falta para iniciar el segundo set era un mal presagio para el tenista de El Palmar. Los restos del ganador apuntaban directamente a los pies de Carlitos.
"Vamos", gritaba el murciano después de ganar el primer punto del segundo juego, una vez ya había cedido el saque por tercera vez. Tuvo su momento con la primera bola de 'break' y Sinner se inventó una derecha a la línea blanca.
El transalpino ya no lucía la inspiración del principio, pero le daba para encadenar siete juegos. El quinto favorito atajó la sangría con el 2-1. Sinner no quería confianzas porque había perdido los dos precedentes con el murciano.
El campeón de cuatro títulos esta temporada cobró ventaja en el inicio del tercer set y quería ver el vaso medio lleno. Estaba dispuesto a jugar por séptima vez un partido a cinco mangas. La ocasión y el lugar merecían el intento. Es un ganador y lo demostraba enseñando el puño a su equipo.
Tomaba nota desde el palco del murciano el prometedor Martín Landaluce, que había debutado con triunfo en el cuadro júnior. Albert Molina es el representante de ambos en la multinacional IMG.
El sueño de Alcaraz en Wimbledon siguió su curso tras anotarse la muerte súbita en el cuarto intento. La grada y él eran uno solo.
Ocasión para reengancharse
Faltaba ver cómo iba a responder Sinner, al que le había ido todo de cara. El italiano, intocable al saque hasta ese momento, sufría para sumar sus juegos. A Carlitos se le escaparon dos oportunidades de rotura en el primer juego que sonaban a decisivas. Así lo fueron porque su oponente volvió a escena inmediatamente después aprovechando una doble falta.
El 4-1 parecía insalvable para casi cualquiera. No para el número uno del futuro, que luchó y corrió hasta que le dio el aliento. Incluso levantó cuatro pelotas de eliminación y tuvo a la red en contra al escupir una derecha que era el 5-4.
Las dos semanas en Londres han sido un buen aprendizaje y volverá más fuerte en la próxima edición. Rafael Nadal necesitó de dos participaciones previas antes de plantarse en la final de 2006.
La consecuencia de la derrota del joven miembro de la 'Armada' es que Nadal y Paula Badosa se quedan solos en el cuadro. Sinner espera al ganador del partido entre Novak Djokovic y el desconocido neerlandés Tim van Rijthoven.
Vuelta a la tierra
Alcaraz tendrá una apretada agenda este mes de julio antes de afrontar la gira americana de pista dura con los Masters 1.000 de Montreal y Cincinnati, antesala del US Open.
Y es que será el primer favorito en el Open 500 de Hamburgo (18 al 24 de julio) y Umag (25 al 31). En ambos casos sobre tierra batida. Habrá en juego valiosos puntos que puedan acercarle aún más a la Copa Masters de Turín.