Al final, fueron tablas después de 45 movimientos en un interesante y tenso primer asalto de tanteo, de los 14 previstos. El ruso Nepomniachtchi tiene la misión –y los medios, porque para Vladimir Putin es una prioridad recuperar la corona–, de derrocar a Magnus Carlsen, vigente campeón. Otro ruso, Sergey Karjakin, fracasó en el intento 2016, aunque por poco, ya que forzó las partidas de desempate. Ahora el noruego sigue siendo favorito. Es el número uno, mientras que Nepo es quinto, pero no todo son malos augurios para él.

Esta primera partida, en la que Nepo tenía la ventaja de jugar con blancas, no defraudó del todo. Empezó con una apertura española y el primero que se salió de lo más conocido fue Carlsen, en la jugada 8, con un valiente sacrificio de peón, que además era difícil de recuperar a corto plazo.

Ayuda informática
Se nota que Nepo llegó bien preparado a la cita, porque respondió rápido y no se perdió en el árbol de variantes, imposibles de memorizar para un humano. El ruso confirmó que había estudiado la desviación elegida por Carlsen. Se sabe que dispone de la ayuda de una supercomputadora del Instituto Skolkovo de Ciencia y Tecnología de Moscú, pero la de Magnus no será mucho peor y, a la hora de la verdad, el jugador está solo frente al tablero.

Pese a todo, las tablas fueron buenas para ambos, ya que Carlsen neutralizó el primer ataque de su rival con blancas y Nepo esquivó una bala peligrosa en el duelo más importante de su carrera.

"El resultado fue sólido", dijo Carlsen en la rueda de prensa posterior. "Siento que estaba un poco tembloroso a veces y hay cosas que podría haber hecho mejor, pero en general el resultado fue justo", agregóel Gran Maestro noruego de 31 años.

Nepo también se mostró razonablemente satisfecho: "Normalmente, con blancas, intentas ganar, pero unas tablas no son un mal resultado. Supongo que ha sido una partida buena por parte de Magnus, por lo que no siento nada específico".