Cristiano no tiene fin
Es un hecho que a los luxemburgueses las finanzas se le dan mejor que el fútbol. No hay que buscar más explicaciones para entender lo que pasó este martes en Algarve, donde Portugal venció a Luxemburgo después de que la selección del país con mayor PIB per cápita del mundo permitiera a Cristiano Ronaldo lanzar dos penaltis en los primeros doce minutos de partido. El banco regalándole un juego de cuchillos a Jack el Destripador. Por supuesto, ante un presente así, Cristiano no dejó escapar la oportunidad de ampliar su récord de goles como internacional (115) y dejó el choque visto para sentencia.
Con 2-0 en menos de un cuarto de hora, el partido fue una fiesta para Portugal. Bruno Fernandes, en combinación con Bernardo, aumentó la distancia entre ambas selecciones en el 18' y fue un auténtico milagro que el partido no se fuera al descanso con una goleada. André Silva, Ruben Dias, Cancelo y Bernardo estuvieron realmente cerca de ampliar el marcador en los primeros 45 minutos.
No cambió la tónica en la segunda parte. Moris, a pesar de haber derribado a Cristiano en el segundo penalti, que se le escapó entre los dedos, se erigió como el mejor jugador del partido. Evitó que la goleada fuera escandalosa, aunque poco pudo hacer en el cuarto tanto, obra de Palinha, y ante un Cristiano insaciable que buscó desesperadamente el hat-trick hasta encontralo en el 87’.
La victoria permite a Portugal depender de sí misma para estar en el próximo Mundial. En estos momentos marcha segunda, a un punto de Serbia aunque con un partido menos.