De la ruina a la gloria

Cuando el Barça estaba en la ruina y el Granada en la gloria, el equipo blaugrana volvió del infierno en un partido épico que se decidió en la prórroga por 3-5 en uno de esos duelos que entra por derecho propio en el museo de las noches inolvidables para el conjunto culé a costa de la crueldad para un Granada que se quedó a un palmo de la gloria. Cuando alguien les diga que no le gusta el fútbol, póngale este monumental partido.

El Barça estuvo a punto de arruinar la temporada de la manera más tonta. Decía Denis Conner, el mítico patrón del equipo de los Estados Unidos en la Copa del América que “sólo hay una cosa mejor que ganar: perder y volver a ganar”. El Barça lo experimentó ayer en un encuentro frenético difícil de explicar. Por ejemplo, ¿cómo les cuento que el portero del Granada encajó cinco goles y estuvo enorme?.

Alguien debería explicarles a los jugadores del Barça que monopolizar el video de resumen de los errores más clamorosos del año no es un objetivo en si mismo y que en la mitología, Sísifo no necesita competencia. El rey de Corinto se pasó la eternidad (igual aún sigue) en el inframundo condenado a acarrear una pesada roca por la pendiente de una empinada ladera para que, una vez alcanzada la cima, la roca cayera de nuevo por el otro lado y así vuelta a empezar.

El equipo de Koeman se plantó en Granada con una puesta en escena impecable de inicio en el que ejecutó un monólogo de juego que arrinconó al Granada. Pero cada vez que el Barça llegaba a la cima acarreando la piedra, esta volvía a caer por el otro lado. No hubo manera de concretar el buen juego marcando un gol.

Ahí, Aarón estuvo estupendo ante Messi y Araújo, Trincāo se diluyó en los metros finales y a Araújo le faltó medir sus saltos. Si en el área rival el Barça era Sísifo, en la propia era Don Pésimo. De nuevo, los errores en defensa agravó la pena del equipo. Una metida de pata monumental de Umtiti, que fue titular por sorpresa, facilitó una recuperación de Soro mortal de necesidad que Kenedy empujó a la red.

Al inicio de la segunda parte, el Barça fue víctima del trauma inicial. Además, fue Diego Martínez el primero que movió ficha y en ese momento tuvo el partido en la mano. Soldado volvió a retratar a Umtiti para marcar el 2-0. Desde el primer momento del partido, el delantero detectó que a la espalda del francés tenía un filón para explotar.

Con el Barça deprimido, groggy y chocando ante los palos (hasta tres veces disparó el Barça a la madera) todo parecía decidido y sentenciado. Hasta que en la ocasión más rara del partido, Aarón se tragó una bola de Griezmann, que se reveló en los minutos finales como decisivo. En el descuento, centró para que Alba anotara el empate que lleva el partido a la prórroga. ¿Querían algo más raro? Alba de cabeza.

El tiempo extra no defraudó. Griezmann aprovechó la ventaja moral de la remontada para marcar el 2-3, que el Barça, en homenaje a Sísifo, desperdició con un penalti al minuto que igualó el partido.

Con el encuentro roto, el Barça culminó su remontada en el tramo final. Primero con De Jong marcando y luego con otro golazo de Alba. Sísifo dejó la piedra arriba y el Barça pasó de la ruina a la gloria ante un Granada imponente que se quedó en la orilla. El fútbol es maravilloso.

« R.D. llega a 4-0 blanqueando a Venezuela - Garbiñe Muguruza confirma su buen momento avasallando a Pavlyuchenkova »

Ingresar al Sistema

¿Ha olvidado sus datos?
Bienvenido:

Consultar Ticket
Logros
Resultados
Calculadora