Deck desarma al Valencia y mete en semis a un Madrid que no añoró a Tavares
La Copa del Rey sigue siendo una caja de sorpresas. En la víspera del Real Madrid-Valencia todos coincidían en señalar a Tavares como factor más desequilibrante. Y todos nos equivocamos. El gigante blanco se fue al banco tras cometer la primera falta a los 29 segundos, y cuando regresó a cancha, a los 15 segundos hizo la segunda y volvió al banquillo. Pero su equipo, lejos de hundirse, se vino arriba. Aunque parezca increíble dominó el rebote, afinó en los tiros y todos dieron un paso adelante, sobre todo un descomunal Deck (23+6), para encarrilar el pase a semifinales (85-74).
El guión del partido saltó por los aires en el primer minuto y fue el Madrid quien mejor lo reescribió para transformar lo que apuntaba a tragedia en un relato casi épico. Mordió en defensa, Alocén repartió juego (5 asistencias en el primer acto) y los triples de Thompkins (23) y Carroll (10) dispararon a su equipo (19-9 min 7). Pero fue Deck, un potro desbocado, quien mejor encarnó el nervio madridista. Se comió a Kalinic primero y a Hermannsson después y el Madrid voló (38-22, min 16) con el argentino desmelenado.
El Valencia sólo había anotado cinco canastas en juego y vivía de los tiros libres (10/10). Resurgió (casualidad o no) tras la salida de Llull, con el Madrid más espeso. Marinkovic y Kalinic despertaron a su equipo con un 2-9 (40-33, min 18), Pero los triples de Llull y Rudy, enorme como siempre en defensa, reactivaron a los blancos (49-39, min 20).
Tras el descanso Tavares volvió al partido, echó el candado en defensa y Carroll y Deck parecieron sentenciar (59-38, min 14). Pero el Valencia, que llevaba 1/14 triples, resurgió con tres jugadas de tres puntos, dos de Prepelic y uno de Van Rossom, que anotó tres canastas más para devolver a la vida a los taronjas con un parcial de 0-15 (59-53, min 28). Y con Tavares, que lidera el +/- de la Liga con +11, en cancha. Ver para creer.
El gigante madridista y Deck, inconmensurable su derroche de energía y agresividad toda la noche, despertaron de nuevo a los blancos, que esta vez sí abrocharon el triunfo (76-62, min 33) mientras el Valencia rumiaba impotente a derrota. Sólo Van Rossom (14) estuvo a un gran nivel. Decepcionaron el exmadridista Prepelic (13 puntos pero con 10/11 triples), y también sus torres, Dubljevic (6) y Tobey (8), que no aprovecharon que Tavares sólo jugó 44 segundos en la primera parte. Ni siquiera se vio a Labeyrie (2+7), uno de sus pilares esta campaña
El Real Madrid cerró muchas bocas como equipo, demostró que es más grande que su gigante y este sábado luchará ante el Lenovo Tenerife (16.00 h) por una plaza en la final.