Doncic se inventa otra obra maestra
Después de tres derrotas seguidas y de la acumulación de bajas, con los protocolos por la COVID haciendo estragos, los Mavericks han ganado dos partidos de mucho nivel, primero en Indiana y ahora en San Antonio (117-122). Vuelven a estar en positivo (8-7) y preparan el terreno para el regreso de Joshn Richardson, Maxi Kleber, Dwigth Powell, Dorian Finney-Smith…
En pleno trago cada victoria vale oro, rellena el zurrón para lo que venga después. Y más si llegan exprimiendo uno de los asuntos a tratar después de la temporada pasada: el ataque en los momentos decisivos. Los Mavericks amagaron con el desastre. Después de estar +17 en el segundo cuarto (40-57) y +16 en el tercero (71-87), se embolicaron con el estoque: de 105-113 a falta de 4:46 a 112-113 ya en el último minuto. Ahí, en pleno tembleque, apareció Luka Doncic. Dos penetraciones hacia su flanco derecha, la primera resuelta con canasta tras bailar a LaMarcus Aldridge y anotar en reverso contra tabla (112-115) y la segunda con una asistencia quirúrgica a Jalen Brunson, que esperaba en la esquina para anotar el triple definitivo (112-118). “Lo más importante es que tomamos mejores decisiones. Dejamos pasar buenos tiros para buscar otros mejores. Esa fue la clave de ese final”, dijo Doncic. “Tenemos un año más, así que somo un año más sabios. Hemos trabajado ese juego en los momentos definitivos, hemos hablado de ello y hemos entendido que es algo muy importante para llegar a donde queremos como equipo. Luka mantuvo al equipo unido”, remató Rick Carlisle.
El draft de 2018 selló el triunfo. El excelente Jalen Brunson (titular por la ausencia de Richardson) fue el pick 33. Doncic, claro, fue el 3, y llegó a Dallas vía Atlanta Hawks. El primero anotó 16 puntos y repartió 6 asistencias. Es un excelente guard que comete poquísimos errores y parece capaz de hacer siempre lo que necesita su equipo, habitualmente en un valioso perfil bajo. Doncic, mientras, es la supernova. Esta vez 36 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias con un 13/28 en tiros (4/12 en triples) y solo dos pérdidas. El esloveno amarró al final un partido que había iniciado con un primer cuarto de esos que obligan a frotarse los ojos: anotó o asistió en 35 de los 37 puntos totales (34-37) de su equipo y acabó con 19 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias. Son buenos números hasta de final de partido... que él firmó en un cuarto. Y lleva tres en su carrera NBA con al menos 15+5+5. Nadie ha logrado nada igual en el último cuarto de siglo y solo Giannis Antetokounmpo lo ha hecho dos veces.
Para colmo, Doncic pudo descansar más de medio segundo cuarto porque los Mavs funcionaron de maravilla sin él (de ese 34-37 a un 45-59 cuando regresó a pista). Tim Hardaway Jr sumó 21 puntos y Kristaps Porzingis otros 21 con 8 rebotes, alimentado por Doncic al poste, algo no muy habitual para el letón, cada vez más fiado a su tiro exterior. Carlisle reconoció que Doncic interpretó que su compañero tenía que coger el punto al partido atacando a defensores más pequeños cerca del aro. Funcionó. Los Spurs (8-8) vendieron cara una derrota que pareció segura, más después de perder a Dejounte Murray (lesión de tobillo) nada más empezar. LaMarcus Aldridge sumó 26 puntos y 9 rebotes, Keldon Johnson 17+14 y DeMar Derozan 29+6 con 6 asistencias... y unos cuantos fallos determinantes cuando su equipo trataba de culminar una remontada que murió en la orilla. Luka Doncic sofocó la rebelión.