El Athletic de Madrid tiene un color especial

El Cholo avisó de que este partido dura 180 minutos, con los 90 del Metropolitano no iba a llegar, pero el Athletic se plantará en los que aún han de jugarse con evidente ventaja, la que conceden el gol de Berenguer para convertirse en el primer equipo que toma esta temporada el Metropolitano y que vaya a ser San Mamés en tres semanas quien tenga la última palabra. Señor equipo el de Valverde, porque hay que serlo para doblegar a señor equipo el de Simeone. Entre tanto acierto podía valer con un error... y el que lo cometió fue Reinildo. Luego no hubo forma humana de meter cuchara en el área visitante.

En un lado de la balanza, su velocidad para neutralizar la de Iñaki y su posición para dar carrete a Lino por la banda; en el otro, su exceso de energía, su trato con la pelota y los escasos minutos que ha jugado con la rojiblanca desde la lesión. Al del traje negro le pareció que el aparato se inclinaba en todo caso hacia las primeras referencias y envidó con Reinildo en la alineación. Salió cruz. En el ecuador del primer acto, y con el partido equilibrado, el mozambiqueño se aturulló en la salida y estuvo a punto de regalarla. Pero no quedó ahí la cosa: asustado quizás por lo que pudo ser, en la continuación de la jugada hizo una entrada infame a Prados justo cuando éste superaba la línea del área.

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Polémica: así fue el penalti de Reinildo sobre Beñat Prad

El doble error tuvo valor de diana, porque Berenguer hizo los honores al penalti para romper un partido hasta entonces y desde entonces notable. Sí, Berenguer. Porque el fútbol escribe derecho con renglones torcidos, de manera que se dejó un jugador por el camino el que había jugado el viernes, que no el domingo. Nico se cayó de la lista de Valverde para hacer sitio en el once al goleador, pero el Atlético siempre encuentra un camino a modo de compensación: Morata salió algo tocado de la sesión previa al partido y Simeone tuvo que envidar con Memphis. En el mejor momento del neerlandés, o eso parecía antes de que rodara la pelota.

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Gol de Berenguer (0-1) en el Atlético de Madrid 0-1 Athletic Club

Cada empellón local tenía respuesta visitante: si Witsel avisaba en el primer minuto, Vivian respondía poco después; si el Atlético sacaba la pelota jugada desde atrás en una maniobra admirable que apenas estropeaba el remate final de Memphis, contestaba el Athletic rompiendo líneas con servicios verticales de Paredes a Sancet, de Sancet a Iñaki, sin que la jugada terminara llegando a mayores. Es el de Valverde un equipo absolutamente hecho, que apenas concedió dos ocasiones desde que adquirió ventaja y hasta el descanso: Agirrezabala casi la organiza por evitar un saque de esquina, Griezmann no encontró puerta desde la frontal.

El asunto era que el Atlético estaba jugando un buen partido... que en ningún caso era mejor que el del rival. Así que El Cholo tomó medidas de inmediato: Reinildo se quedó en la caseta en un cambio con el que tanto señalaba al futbolista como a sí mismo, y con el que de paso recuperaba a Hermoso. La escuadra del Metropolitano se tiró con todo a por el empate. Reclamó penalti Griezmann, tuvo una Lino... y Valverde respondió con la inclusión de Unai y Villalibre. Sorprendió la desaparición de Sancet, pero allí ya se jugaba una partida de ajedrez en la que las siguientes piezas por mover fueron Llorente y Morata de un lado, Ander Herrera del otro.

El Athletic había templado otra vez el ímpetu de un Atlético al que se le iba la noche en el empeño y sus dos primeros futbolistas de refresco tuvieron de hecho el segundo gol: Unai topó con Oblak desde lejos y Villalibre no atinó con la pelota que había dejado muerta el esloveno. Fue ahí cuando Hernández Hernández tuvo trabajo, decretando como falta de Morata lo que hubiera sido en el otro sentido segunda tarjeta para Vivian. Fue ahí cuando por enésima vez el Athletic respondió con una contra de Iñaki a lo que poco antes había sido disparo de Lino lamiendo el poste. Volvía el vértigo, a ver qué remedio. Hasta Simeone y Valverde se llevaban tarjeta.

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Así fue el penalti sobre Morata que fue anulado por fuera de juego previo

Y en el último tramo se demostró que la noche sonreía definitivamente al Athletic, que la había cortejado a modo. Porque Morata no supo rematar la que le puso Hermoso, porque Lekue sacó bajo palos la de Correa, otro del que se había tirado a última hora, y, sobre todo, porque la tecnología invalidó el penalti decretado por el del silbato cuando Yeray buscó balón y encontró pierna. Iba a tirarlo Griezmann, que a todo esto parece circular con el gancho por lo físico, pero aquello se fue al limbo y poco más hubo que rascar por mucho que se alargara la prolongación. Por Agirrezabala y su tropa no iba a quedar, porque el Athletic tiene un color especial. Todo apunta a que el de Sevilla. El de la final...

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