El Barcelona está de dulce, posiblemente viviendo el mejor momento de la temporada, dejando buenas sensaciones y siendo conscientes que son el rival a batir en Europa y en España y y favoritos número uno a ganar los dos títulos que restan de aquí a final de campeonato, y ya juegan y ganan como tal.
En Berlín el partido fue un claro ejemplo de un equipo que se ve superior a su rival desde antes de saltar al parqué y salvo el 2-0 de inicio, no volvió a ir por debajo en el marcador en ningún momento del partido. Los de Jasikevicius controlaron de principio a fin a su rival, el marcador y el partido, un encuentro que estuvo marcado por un intercambio de tirones de acierto de cara a canasta de uno y otro equipo en el que siempre sacaba ventaja el conjunto azulgrana.
Destacaban las defensas individuales del Barça en su zona que cerraban toda opción de canasta a un Alba Berlín que echaba de menos a Sikma que rápido se cargó con tres faltas y tuvo que abandonar el partido, mientras que en ataque fue otro día más en la oficina. Esta vez Smits y Mirotic lideraban en anotación junto con una aparición estelar de Abrines que tuvo su momento firmando 8 puntos seguidos que rompían el partido.
Tras la reanudación, el Barça se volvió a vestir de equipo grande y de favorito para romper el partido, aun más, donde lo suelen hacer los equipos grandes, tras el descanso. Salida fulgurante de los de Jasikevicius y Alba Berlín que tardaba casi cuatro minutos en anotar, y cuando lo hizo fue de uno desde el tiro libre.
Ya solo le quedaba al Barça controlar la ventaja. No cometer despistes ni pérdidas y cerrar el rebote defensivo, errores que sí cometió en la primera mitad, para que el partido no se le escapase y dejar correr el tiempo para sumar una nueva victoria en su casillero. Alba Berlín se resistía a rendirse y llegó a colocarse a 10, pero el tiro exterior azulgrana terminó sellando el triunfo visitante, y es que gracias a su acierto, 14 de 23, el Baça salió victorioso de una cancha donde el equipo local daba siempre su mejor cara, pero claro todo eso era porque todavía no se había enfrentado al líder de la Euroliga, que le demostró quién y por qué manda en Europa.