El Cádiz es un regalo para el Athletic
El Athletic sigue adelante en su carrera de la temporada con 7 puntos sobre 9 posibles a costa de un Cádiz que está como antes: cuenta todos sus partidos por derrotas y no ha marcado un gol. Iñaki Williams hizo el 0-1 y el segundo fue para Guruzeta, que se estrenó como goleador en la categoría después de haber fichado este verano procedente del Amorebieta. El donostiarra ya marcó con la rojiblanca en su primera etapa en el club, pero lo hizo en Copa. La puntilla llegó con Berenguer en el 78' y de nuevo Guruzeta en el 94'. El Cádiz queda como el único equipo de LaLiga sin ganar ni marcar y el Athletic comparte con el Villarreal la condición de imbatidos esta campaña.
El partido se inició con espejismo. Sí, porque en 45 segundos el Cádiz había intentado ya dos ataques, los dos por el costado izquierdo, que en territorio gaditano fue para Lekue. Iván Alejo, tortura de los leones en su última visita al Nuevo Mirandilla, probó a ver si era el día. Pero no, lo del Cádiz tuvo efecto de corcho en mitad de una ola. Sube tan rápido como desaparece.
El Athletic se hizo pronto con el mando de un partido, pero nunca terminó de acomodar el ritmo que le hubiese gustado a Valverde. El duelo iba a toque de corneta, a enganchones. Y casi todos ellos a partir de errores cadistas. Negredo casi se la lía a Ledesma con un despeje de cabeza que estuvo a punto de irse para dentro; una mala entrega del balón se quedó a un palmo del remate para Iñaki Williams y luego un mal despeje de Fali a pase de Berenguer repitió aprietos para el portero. Todo había pasado en 17 minutos.
El Cádiz apareció en ataque con un disparo desde el medio del campo de Negredo, que quiso coger adelantado a Simón pero el golpeo se le quedó corto de fuerza, y en la siguiente jugada Iñaki Williams, aprovechando un desastroso pase atrás de Arzamendia al que Fali no llegó, burlaba la posición de Ledesma para hacer el 0-1. Poco después tuvo el 0-2 con un penalti muy mal ejecutado que tuvo buena reacción en el guardameta.
La parada de Ledesma fue un estímulo para los de Sergio, que se soltaron en los 10 minutos que quedaban para el descanso aunque basaron todo su peligro en acciones a balón parado. Sobre todo en saques de banda. Fali no estuvo en ninguna puesto que estaba renqueante con un tobillo maltrecho. En el segundo tiempo se quedó en el vestuario.
Otra historia
El receso le vino bien al Cádiz, que entro con otro aire distinto en la vuelta al césped. El Athletic lo había tenido todo para haber manejado mejor el encuentro, pero le tocó entrar en una pelea distinta. Negredo y Choco Lozano trenzaron una jugada con susto que se produjo casi a la vez de que Iñaki Williams cayera lesionado. Entró Guruzeta en su puesto y la primera que tuvo la mandó al fondo de la red. La jugada, cómo no, se había iniciado con un error del Cádiz en la salida del balón.
El Athletic se veía en la ola buena y poco después Sancet marcó un golazo que el árbitro anuló por fuera de juego posicional de De Marcos, del que entendieron que intervenía en la jugada. Fue entonces cuando Lucas Pérez, que quiere seguir yéndose al Dépor, sustituyó a Lozano y se llevó una pitada de escándalo. Antes también había habido bronca para el presidente Manuel Vizcaíno.
El polvorín se encendió de manera definitiva cuando Berenguer culminó la victoria con un tercer tanto que le convierte en pichichi del equipo esta campaña porque la pasada semana ya decidió el duelo ante el Valencia en San Mamés. Buena parte de la afición cadista decidió salir del campo antes del final porque no les gustaba lo que veían. Y Valverde jugó con su banquillo. Con el 0-3 en el marcador el técnico dio entrada a Morcillo, entregó los primeros minutos del curso a Dani García y apostó por el debut de Paredes. Raúl y Morcillo tuvieron tiempo de participar en el 0-4 que firmó el enrachado Guruzeta.