El mes de Isaac Romero: de desconocido a estrella del Sevilla

Isaac Romero es el hombre del momento en el Sevilla. Su nombre está en boca de todos. Incluso fuera de la ciudad, como demostraron las palabras de su rival este pasado domingo, con el Cholo Simeone destacando su papel en la victoria andaluza frente al Atlético.

En Nervión saben que tienen una joya. Y que ha caído de pie dentro de la depresión que arrastraba su equipo. Necesitaba el Sevilla una bandera. Alguien que tirase del carro. Y si es con amor propio a la camiseta, tanto mejor. Isaac acumula cinco goles desde su aparición hace hoy justo un mes en la dura derrota contra el Alavés.

Dos goles en Copa y tres en Liga. Cinco en siete. Pero no son sólo sus cifras anotadoras las que le han catapultado al estrellato. Su forma de jugar al fútbol. La pausa dentro de la aceleración de cada ataque. Saber cuándo y cómo dar el pase definitivo.

Su fútbol. El Sevilla le renovó hasta 2025 aún con Monchi en la Dirección Deportiva. Sus condiciones económicas han mejorado al subir definitivamente al primer equipo. Aun así, el club ya desea sentarse para prolongar su contrato y colocarlo en el lugar que merece.

No es sólo un premio a Isaac, sino una forma de tratar de retenerle mientras pueda. El delantero de Lebrija tiene una cláusula de 15 millones en su contrato. Su irrupción en el primer equipo ha sido increíble y partidos como el disputado ante el Atlético han demostrado que no se trata de flor de un día, que el fútbol de Isaac encaja como un guante en la elite. Su forma de competir eleva el nivel de sus compañeros y su intuición para generar ocasiones de gol de la nada es una bendición para un equipo necesitado de buenos resultados. Ante el conjunto del Metropolitano pudo hacer más de un gol. Su nombre ya está sonando en despachos fuera del Sánchez-Pizjuán. Y por ello la labor del Sevilla está en retener a su joven estrella. Elevar su contrato y cláusula para que su venta futura arregle más de un problema financiero. Un canterano que ha tirado la puerta abajo en su primer mes en Primera división.

De hecho, Quique Sánchez Flores es quien más ha valorado su figura desde que cogiese las riendas del Sevilla. No deja de repetir que tiene todo lo que necesita el equipo para salir de abajo, sobre todo por esa humildad de hacer exactamente lo que le piden, sin guardarse nada dentro. Termina los partidos exhausto. No se queda nada dentro. Debe ir ganando en resistencia física para la elite. El resto lo tiene. Cuerpea ante los centrales, ganando el espacio justo para conducir y disparar o también asistir. Anoche le regaló un tanto a Óliver Torres. En Vallecas En-Nesyri sí acertó con su pase de gol. Y tuvo hasta cuatro opciones de marcar. Además del gol, cabezazo en boca de gol a las manos de Oblak; disparo con la derecha al larguero; zurdazo desde la frontal que desvió el portero; y posible penalti de Molina. Todo lo hizo Isaac.

Un camino lleno de piedras

Porque Isaac es de estos jugadores que puedo perderse en el camino. Y no por falta de ganas o profesionalismo, sino que las oportunidades a veces no llegan y seguir en la brecha conforme ganas años no es sencillo. De jugar de niño en categorías inferiores en el Sevilla, se marchó a su pueblo (Lebrija), donde fue capaz de despuntar con el primer equipo del Antoniano en edad juvenil. El Sevilla lo repescó en 2018. Fue quemando etapas desde el tercer equipo, pero una importante lesión en el hombro le ha tenido más de un año parado. No se ha detenido. Ha seguido peleando. Y ahora ve recompensado su esfuerzo con el mes más importante de su vida. El 2024 (cumple precisamente 24 años en mayo) le ha traído a Isaac el salto al estrellato. Se lo toma con humildad, con los pies en el suelo. El Sevilla sigue en problemas, pero ya llueve menos. Isaac capitanea el barco para escapar de la tormenta.

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