El PSG, intratable sin Messi ni Neymar
El PSG sigue intratable sin Messi ni Neymar. El discurso que está dando el conjunto parisino en las primeras jornadas de la Ligue 1 es que es un equipo infinitamente superior al resto de los mortales del fútbol francés, pero con unos problemas serios en defensa. Como hace una semana ante el Estrasburgo, los de Pochettino llegaron a sufrir tras haber estado 0-2 en la primera mitad. Hoy, venció 2-4 al Brest con la sensación de que el equipo juega a medio gas y no necesita más para ganar.
El PSG ya se va pareciendo al equipo de galácticos que ha querido formar Al-Khelaïfi en verano. Hoy, en el Stade Francis Le Blé, Pochettino alineó a varios titulares que volvían del parón internacional. Verratti salió de inicio, Mbappé repitió dupla con Icardi en ataque y, en portería, Keylor le ganó por primera vez la partida a Donnarumma, aunque el guardameta italiano todavía no está al 100 % físicamente.
El paseo militar del PSG en la primera parte es la antesala de lo que se va a encontrar cualquier equipo que se enfrente a los parisinos esta temporada. Sin Neymar ni Messi, la superioridad de los de Pochettino en la primera parte fue aplastante. No obstante, y aunque parezca mentira, el PSG se fue al descanso ganando únicamente 1-2 a su rival, que reaccionó justo antes del descanso.
Del PSG sin Neymar ni Messi podemos decir que Achraf es una de las mejores incorporaciones de la era catarí. Pasar de la pasividad de Florenzi a la explosividad del marroquí es un salto cualitativo gigante para el PSG. El ex del Real Madrid fue una apisonadora durante los primeros 45 minutos, destrozando el 2 contra 1 que había planteado Der Zakarian en su banda para intentar frenar sus acometidas. Ander Herrera adelantó a los de Pochettino con un disparo desde la frontal que, aunque a priori no llevaba peligro, sorprendió a Bizot, que tocó el balón, pero no pudo evitar el 0-1.
Si la superioridad ya era manifiesta, con el 0-1 se incrementó todavía más. El PSG comenzó a hilar transiciones en el centro del campo muy peligrosas y Achraf, que ya estaba siendo una pesadilla para Uronen, fabricó el 0-2 que materializó Mbappé de cabeza. El internacional francés estaba pasando desapercibido en el encuentro, pero aumentó la ventaja con un testarazo a la altura de los mejores cabeceadores del mundo. El partido parecía sentenciado, pero una genialidad en forma de tacón del talentoso Romain Faivre (al que le han relacionado con el PSG) y que culminó Honorat, equilibró la balanza de un baño del PSG que no se reflejó en el resultado.
El PSG le dio una pequeña esperanza al Brest tras el inicio de la segunda parte. Ya no era ese equipo arrollador del inicio del encuentro que encontraba espacios en cualquier zona del campo y que prácticamente no dejaba respirar a su rival. Los bretones, muy motivados tras el gol de Honorat, comenzaron a acumular llegadas, a tal punto de obligar a Keylor Navas a intervenir en un mano a mano con precisamente Honorat que evitó el empate local.
La mala suerte volvió a cebarse con el Brest, ya que Bizot, que ya había tenido incidencia en el primer gol de Ander Herrera, volvió a medir mal un disparo lejano de Gueye que acabó en la red y prácticamente sentenciaba el partido. No obstante, Keylor volvió a evitar un gol rival, esta vez tras una fantástica parada a bocajarro a Mounié en un disparo tras un pase de la muerte de Honorat. En el tramo final, el Brest le puso emoción al partido con un fantástico gol de Mounié a otra delicatessen de Faivre, pero Di María, que volvía precisamente hoy tras la Copa América, se encargó de hacer el 2-4 definitivo con una vaselina marca de la casa.