El regreso perfecto de Cristiano
El balón se quedó muerto en el área pequeña después de un disparo de Mason Greenwood. Su chut, con la zurda, lo desvió como pudo el guardameta Woodman, pero la pelota estaba pidiendo a gritos que alguien llegara a empujarla a portería. Por allí rondaban unos cuantos jugadores. Había defensas del Newcastle, había atacantes del Manchester United. Pero ninguno estaba tan cerca como Cristiano Ronaldo, ansioso de gol, que reaccionó rápido y convirtió un gol sencillo en ejecución pero sobresaliente en actitud: quién si no iba a llegar el primero a ese balón. El portugués, en su segundo debut con el Manchester United, abrió su cuenta anotadora en el minuto 47, justo antes del descanso, y se fue corriendo al córner de Old Trafford donde hizo su habitual celebración. El “SIIUUU” se gritó en Mánchester. Y no fue el único que se cantó durante la tarde. Fue el regreso perfecto.
Nadie se lo iba a perder. Por el palco de Old Trafford se fueron acomodando poco a poco eminencias como Ryan Giggs, seguido de su hijo; Jorge Mendes, el agente que negoció el traspaso; Sir Alex Ferguson, la auténtica leyenda del Teatro de los Sueños y padre futbolístico del astro portugués; Ed Woodward, CEO de los diablos rojos; y hasta Avie Glazer, uno de los propietarios del club, que asistió a un encuentro del Manchester United por primera vez en dos años con motivo, cómo no, de uno de los mayores movimientos estratégicos del club en el último lustro. Todos estaban allí cuando Cristiano Ronaldo saltó al césped, el último de la fila, santiguándose por el camino y sonriendo a la grada.
El Manchester United recibió a su leyenda con los brazos abiertos y Cristiano respondió al nivel de la expectativa. El portugués abrió el marcador con el 1-0 y excitó a la grada de Old Trafford en cada balón que tocó, la mayoría de espaldas, durante todo el primer tiempo. Con Bruno Fernandes en la mediapunta y Greenood y Sancho en los extremos, los diablos rojos no consiguieron abrir la defensa de un Newcastle que intentó perder tiempo desde muy pronto.
Al volver de vestuarios, sin embargo, dieron un hachazo en un contragolpe fabricado por Miguel Almirón, que dribló a varios adversarios y abrió a la banda contraria. Allí, Saint-Maximin habilitó a Manquillo y éste se la cruzó a De Gea para lograr el 1-1.
En pleno momento de debilidad, cuando el Manchester United tenía que responder, apareció de nuevo Cristiano Ronaldo. Su fichaje también está orientado para superar estas situaciones: momentos de crisis, momentos de Cristiano. Y aparece, claro que aparece. El portugués tiró un desmarque en dirección a la portería, Shaw lo vio y le dejó el balón en carrera. Cristiano controló con la izquierda, se adentró en el área y perforó de nuevo a Woodman.
Segundo gol, segundo “SIIUUU” de Old Trafford. El regreso del hijo pródigo no podía ser mejor. Por si fuera poco, Bruno Fernandes amplió el marcador para evitar cualquier tipo de temor en los últimos minutos: enganchó un balón en la frontal y lo mandó a la escuadra, imparable, recordando que si no está Cristiano todavía queda él. Y que si no ya aparecerá otro, porque este Manchester United tiene gasolina de sobra. Rashford y Cavani, por ejemplo, no entraron en la convocatoria por problemas físicos, por lo que los cambios fueron Lingard, Martial y Van de Beek. Para poner la guinda a una tarde perfecta, y después de las sustituciones de Solskjaer, Lingard marcó el 4-1 después de una gran jugada colectiva entre Pogba, Martial y él. Cristiano Ronaldo disputó los noventa minutos.
El Manchester United logra así su tercera victoria en cuatro jornadas y se coloca como líder de la Premier League, el objetivo último del curso: desde 2013, con Sir Alex Ferguson, no ganan el título de liga. Aunque con esta plantilla y este frente ofensivo pueden aspirar a todo lo que se propongan.