El renacimiento de Lucas Silva
Lucas Silva vuelve a sonreír jugando al fútbol, una imagen que apenas se pudo ver en España y prácticamente en su paso por Europa; de regreso en su país natal, Silva se vuelve a sentir futbolista. La afición española recordará al brasileño por su breve paso por el Real Madrid, al que llegó en enero de 2015, precisamente en un momento en el que el equipo blanco estaba en manos de Carlo Ancelotti, su actual entrenador. Le costó al Madrid 15 millones de euros sacarlo del Cruzeiro.
Fue un fichaje recomendado por Juni Calafat, el jefe de captación internacional del club blanco, el responsable también de los fichajes de Rodrygo, Vinicius o Reinier. Sin embargo, no cuajó: apenas jugó 424 minutos en nueve partidos ese curso, ocho de Liga y uno de Champions. La confianza de Ancelotti en él era tan escasa que en semifinales de Champions, ante la Juventus, prefirió adelantar a Sergio Ramos al centro del campo (con resultados discutibles) antes que alinearle de inicio.
La operación fue un fracaso: en la 2015-16 Rafael Benítez no le quiso en la plantilla y fue cedido al Marsella, donde jugó 33 partidos a las órdenes del español Míchel. Cuando ya se atisbaba una nueva cesión al Sporting de Portugal, se le detectaron unos problemas de corazón que frenaron todo y que casi le obligan a dejar el fútbol. En 2019, un año antes de acabar su contrato, alcanzó un acuerdo con el Madrid para rescindir la vinculación que les unía: al club blanco, cada partido que jugó en el Madrid le costó 2,1 millones de euros.
La arritmia detectada finalmente quedó en nada, pese a que por momentos le hicieron saber a Silva que no podría volver a jugar a nivel de élite, y en enero de 2017 regresó cedido al Cruzeiro, donde jugó dos temporadas y media. Cuando rescindió contrato con el Madrid estuvo parado más de un año (Cruzeiro no quiso firmarle gratis), hasta que apareció Gremio, su actual casa, donde está volviendo a brillar.
En 2020 disputó 2.700 minutos en 48 partidos; y en 2021 lleva más de 2.400 en 44 partidos, brillando especialmente en las dos últimas jornadas del Brasileirao: marcó un gol ante el Red Bull Bragantino y luego anotó otro tanto y dio una asistencia ante el Chapecoense. A sus 28 años, ya no es el chaval inexperto al que jugar en el Real Madrid se le hizo demasiado grande; Lucas Silva vuelve a rendir en Brasil, donde llamó la atención del club blanco en un primer momento.