Sufriendo de lo lindo y con una decisión arbitral muy polémica,el PSG se ha impuesto al Angers. Los de Pochettino jugaron con su versión low cost a causa de las siete bajas y el disparate del calendario de la Conmebol (Marquinhos, Leandro Paredes, Ángel Di María, Neymar, Leo Messi y Keylor Navas estaban fuera) y dejaron patente que les queda para ser un equipo. Con Mbappé y Verratti les da para lo justo.
El repaso del Angers en el primer acto fue cosa fina. Los blancos lo hicieron fácil e hicieron mucho daño. Toma la pelota, tapo a Verratti y salgo a la contra. Ya está. Plan perfecto, sin fisuras. Duró hasta que aguantó el físico, pero dejó corto el 1-0 con el que se llegó al descanso.
El PSG estuvo en manos del Angers una hora. A la contra Boufal y Fulgini mostraron las costuras de un equipo en clara construcción.
MVP Boufal
El ex del Celta firmó una primera parte para enmarcar. Dribló, chutó y asistió a Fulgini en el gol, en lo que fue un curso acelerado de cómo se tiene que jugar a la contra. Directo y mortal, los Kimpembe, Dialo, Kehrer y compañía fueron un plastilina en sus manos.
El Angers sabía que todo pasaba por Verratti y con entregar la pelota y tapar bien al italiano le bastó. Ander tuvo un par del opciones, pero Mbappé estuvo espeso durante la primera mitad. Al vasco le anularon un gol por claro fuera de juego al filo del descanso.
A partir del 60 comenzaron los problemas para el Angers. El físico comenzó a flojear y acularon demasiado. Mbappé comenzó a percutir y en una de esas conectó un centro medido a la cabeza de Danilo que pilló al meta Bernardoni a media salida. Era el 68 y se le iba a hacer largo al Angers.
Lío con el VAR
Pero la remontada llegó con polémica. Esa que acostumbra a meter el VAR, ese invento que sigue empeñado en dinamitar el juego. El colegiado va a la pantalla y señala penalti tras una manos de Manceau tras un cabezazo de Icardi. Las manos existen, pero el problema llega porque Icardi comete una falta flagrante para llegar a la posición de remate. Se ve que la cinta no llegaba hasta esa jugada que es capital para que el argentino entre sólo al remate.
Los jugadores del Angers se comían al árbitro, pero la pataleta no evitó el gol de penalti de Mbappé. Así fue como el PSG low cost remontó al valiente Angers.