Escándalo en Tbilisi: Turquía amenaza con irse del Eurobasket
Había que estar en la grada del Tbilisi Arena, justamente por donde Toko Shengelia y Bitadze se llevaron a Duda Sanadze cuando fue descalificado por su amago de pelea con Korkmaz, para intuir que lo que no había pasado en la pista podía ocurrir en el vestuario. Durante varios minutos, se sucedieron las carreras por las entrañas del pabellón, con jugadores y trabajadores de la Federación georgiana yendo de arriba abajo. Un tumulto fenomenal que permitía sospechar que algo estaba pasando ahí dentro. Los masajistas de la selección georgiana transportaban hielo al vestuario y los jugadores iban y venían haciendo gestos de aprobación a quienes preguntaban desde la grada si había habido pelea en el vestuario. Durante algunos momentos, y pese a la tensión que se respiraba en un partido igualadísimo, la comidilla en el banquillo de Georgia era el lío que se había formado en el vestuario, no el partido en sí. Con alguna sonrisa cómplice entre los mismos protagonistas de la ‘excursión’ al vestuario.
Así que mientras en la pista Ataman volvía a formar un lío encarándose con los árbitros, obligados a descalificarle, y Georgia ganaba en medio de un ambiente enloquecido que traspasó en algún episodio la deportividad con lanzamiento de vasos llenos de líquido a la pista desde la grada, en el vestuario seguía el lío. Seguridad privada del pabellón y la policía georgiana empezaron a desplegarse por los interiores del pabellón mientras seguían llegando todo tipo de ruidos desde los vestuarios.
La cosa, como podía suponerse, no acabó ahí. El vicepresidente de la federación de baloncesto turca, Omer Onan, hizo una fuerte acusación. Onan aseguró que Korkmaz había sido atacado dentro del vestuario turco en el Tbilisi Arena y que pedirán las imágenes de las cámaras de seguridad. “Si no nos llegan, nos iremos del torneo”, aseguró en unas declaraciones que recogió el portal Eurohoops. Cabe recordar que Turquía está en el grupo de España, que podría verse afectada por una potencial marcha del equipo de Osman y Shane Larkin.
Pendiente de lo que ocurra con la investigación que deberá abrir la FIBA, y de la sanción que le pueda caer a Ataman, el lío de Korkmaz y Sanadze ayudó a que que pasara algo más desapercibido el otro lío del partido. Los colegiados no detuvieron el reloj durante 22 segundos cuando se produjo el incidente entre los dos jugadores. Turquía también reclamó por esa circunstancia. El partido debía haberse reanudado faltando 4.48, no 4.26. En ese momento, además, Georgia ganaba por tres puntos (62-59). Luego se llevó el triunfo tras dos prórrogas (88-83).
El otro incidente arbitral del día había sucedido en el Lituania-Alemania. Los árbitros se saltaron un tiro libre correspondiente a una técnica durante el partido y, al acabar el tiempo reglamentario, Lituania ha pedido que se lanzase el tiro libre. Los árbitros adujeron que ya no podía. La FIBA, además, ha admitido el error. El máximo organismo del baloncesto admite que el entrenador alemán, Gordie Herbert, fue sancionado con una técnica a 1:26 del final del tercer cuarto. Sin embargo, Valanciunas lanzó dos tiros libres, pero no el de la técnica. Lituania se está jugando la clasificación, ya que acumula tres derrotas y está en una situación peliaguda y obligado a ganar a Bosnia y Hungría.
Pero la historia con más recorrido está en Tiflis, donde las acusaciones de la federación turca obligarán a la FIBA a abrir una investigación que, si confirma el ataque a Korkmaz por miembros del equipo georgiano, podría dar lugar a sanciones ejemplares.