Franck Kessié, un centrocampista que Xavi podrá moldear
Franck Kessié (Ouragahio, Costa de Marfil, 1996) aterriza en Barcelona con un halo de incertidumbre. No por ser un fichaje sorprendente, al contrario, se conoce desde hace meses, sino porque está por ver qué puede dar al equipo blaugrana. Con Xavi habiendo aprobado de forma expresa su fichaje, en cambio, es una realidad que el técnico culé sabe cómo aprovechar al costamarfileño.
Llegado directamente desde Milán como agente libre, Kessié firma con el Barcelona y abandona Italia por primera vez en su carrera. Asentado en Serie A desde 2016, el centrocampista africano ha pasado por Atalanta, Cesena (cedido en Serie B) y Milan, donde llegó en 2017 por una cifra que rondaba los 30 millones de euros y con el cartel de ser uno de los centrocampistas más prometedores del 'Calcio'.
Así anunciamos el fichaje de Kessié en el canal de Twitch
Costó sacar su mejor versión, no obstante. Nacido como un centrocampista llegador y todoterreno, no encontró la capacidad para decidir partidos en el Milan. Pisaba banda derecha, donde 'chocaba' con Suso, y ambos se torpedeaban entre si. De los 40 goles anotados en Serie A, 23 han sido de penaltis. La 'etiqueta' de llegador empezaba a ponerse en entredicho.
De 'transferible' a mejor centrocampista de la Serie A
Stefano Pioli lo salvó. Como a muchos otros. Él e Ibrahimovic. Kessié pasó de estar en el mercado a ser el mejor futbolista de un Milan que en la 2020/21 soñó con el 'Scudetto'. Si en agosto se rechazó una oferta del Wolverhampton (considerada insuficiente), en diciembre ya era intransferible.
'El Presidente', como lo llamaban en el vestuario, pasó de ser un llegador a un centrocampista posicional. Cambió el costado derecho por el izquierdo en el 4-2-3-1 de Pioli (antes 4-3-3) y se volvió inamovible en el doble pivote del Milan. Él, en parte, era culpable de la libertad de la que gozaba Theo Hernández para subir por la banda como si fuera un carrilero pese a jugar en defensa de cuatro. Su inteligencia táctica lo colocó en un lugar privilegiado entre los centrocampistas del 'Calcio'.
De hecho, y aunque el MVP del mediocampo fue para Barella aquella temporada, con un podio también destacado para Brozovic (ambos campeones de la Serie A con el Inter), el costamarfileño brilló sobremanera y bien podía codearse con los dos nombres citados.
Una última temporada complicada
Hace una verano, pocos aficionados del Milan creían posible que Franck Kessié se marchara como agente libre. Él mismo se fue a los JJ.OO de Tokyo afirmando que renovaría su contrato al volver y que no seguiría los pasos de Calhanoglu o Donnarumma. No obstante, algo pasó en Japón pues volvió dando largas al club 'rossonero' y subiendo sus pretensiones económicas a cifras inalcanzables que lo hubieran colocado como el mejor pagado de la Serie A.
La temporada 2021/22 en sí no fue "mala" como tal aunque Kessié tuvo partidos y partidos. El mejor ejemplo fue el doble enfrentamiento ante el Atlético de Madrid. En la ida, expulsado; en la vuelta, MVP. La realidad es que los pitos se hicieron constantes desde la grada, no gustaba verlo con el brazalete de capitán en San Siro y, además, perdió la titularidad en detrimento de un gigantesco Sandro Tonali.
¿Qué tipo de centrocampista es Kessié?
Es una pregunta difícil de responder. Ha sido muchos tipos de centrocampista, y será otros tantos bajo la batuta de Xavi Hernández. Tiene 25 años (cumple 26 en diciembre) y bien puede ser moldeado todavía, aunque ya pase los 300 partidos como profesional.
Es un futbolista disciplinado en el orden táctico que no brilla sobremanera en fase defensiva ni tampoco en la ofensiva. No es un goleador (más allá de la tanda de penaltis) ni tampoco un pivote defensivo al uso. Pero sí es un 'mix' que se defiende en los dos ámbitos, y con destreza.
Kessié tiene un aseado trato de balón y su capacidad para entender el juego permite, sobre todo, que otros brillen. Además, es un tanque imposible de detener. Las lesiones no pasan por él y solamente se ha perdido cuatro partidos desde que llegara al Milan por problemas físicos. Para que nos hagamos una idea, el pasado curso (2020/21) jugó 37 partidos de los 38 de la Serie A. El que no estuvo fue por acumulación de amarillas.