Gran Premio de Fórmula Uno en Sao Paulo se efectuará con aforo completo
Sao Paulo.- Las autoridades de Sao Paulo anunciaron este lunes que el Gran Premio de Fórmula Uno de Interlagos, previsto para entre el 5 y 7 de noviembre, tendrá entrada total de público, convirtiéndose en el primer gran evento deportivo de la metrópoli latinoamericana desde la llegada de la pandemia.
"Todos los ambientes de acceso serán controlados y, más que eso, tenemos la vacunación. El ritmo es rápido y [para la fecha de la carrera] tendremos gran parte del público vacunado con la segunda dosis", dijo Jean Gorinchteyn, secretario de Salud del estado de Sao Paulo, en rueda de prensa.
Para ingresar al autódromo de Interlagos, los asistentes tendrán que portar máscara, estar vacunados y mostrar una prueba de covid-19 con resultado negativo realizada en las 48 horas previas a la carrera, afirmó Gorinchteyn.
La organización pondrá a la venta cerca de 60.000 entradas para la competición, que según el gobernador Joao Doria, será la tercera de la Fórmula Uno con "sprint race", el formato de la carrera esprint clasificatoria estrenado en Silverstone (Gran Bretaña) a principio de mes y que se ejecutará en Monza (Italia) en septiembre.
Aunque muchos expertos, pilotos, dirigentes y aficionados no están convencidos, con ese formato la F1 busca renovarse al ofrecer un evento al día durante todo el fin de semana (el viernes las clasificaciones, el sábado la esprint y el domingo el Gran Premio).
Doria sostuvo que el regreso del público para la Gran Carpa -que ya ha tenido espectadores en varias etapas- se justifica en la velocidad de la vacunación en Sao Paulo, que canceló la edición 2020 del Gran Premio debido a la pandemia.
Hasta este lunes se ha inmunizado con la primera dosis al 91,6% (32,3 millones de personas) de los mayores de 18 años del estado más poblado de Brasil, con 45 millones de habitantes, según datos oficiales.
Desde febrero de 2020, Brasil ha contabilizado más de 20,3 millones de contagios con coronavirus y más de 569.000 muertes, unas cifras que lo sitúan como el segundo país con más decesos del mundo por detrás de Estados Unidos.