"Hablaré con el equipo porque esto no puede volver a pasar…"
La cara de Leclerc cuando se cruzó con Sainz en el corralito de las televisiones expresaba a la vez decepción, incredulidad y resignación. "Siento que había hecho todo lo que había que hacer, fui muy fuerte, hice todo bien en clasificación y carrera, sin errores, y pierdo la victoria así... Tenía una ventaja de seis o siete segundos y aún me cuesta creer cómo hemos perdido esta carrera", comentó Charles en caliente. Solo se puede achacar un 'fallo' al piloto monegasco en un gran premio intachable por su parte: hizo caso de las indicaciones del muro de Ferrari en todo momento, mientras Sainz supo descartar la primera llamada a boxes. Los grandes pilotos tienen que tomar decisiones de peso cuando las condiciones se complican y Leclerc se dejó guiar.
Acabó cuarto y se queda a nueve puntos de Verstappen. Lamenta que no contaran con él a la hora de desgranar la estrategia y las decisiones le vinieran dadas. "No sé cuándo cambiaron de idea, pero algo nos hizo cambiar de idea y nadie me lo dijo hasta que llegué al 'pit-lane' y me pusieron intermedias. Hablaré con el equipo porque esto no puede volver a pasar. En estas condiciones los pilotos confiamos en lo que nos dicen (los ingenieros), no vemos los tiempos de los demás en cada momento. Pero no sé qué vimos para pensar que esa era una buena decisión".
No pareció inteligente montar los intermedios dos vueltas más tarde que Pérez, porque el undercut ya estaba hecho y regalaba la primera posición en pista (a Sainz) y la segunda a Checo. Tampoco parar justo detrás de Carlos para entregar igualmente el tercer puesto a Max. Su equipo le indicó ese segundo 'pit-stop', aunque intentaron abortarlo cuando ya había entrado al 'pit-lane'. Tarde. "Me avisaron una curva antes del 'pit-lane', no pude ni hablar con el equipo", dice un molesto Leclerc. No suele cometer dos veces el mismo fallo, apunta cada enseñanza en su cuaderno. Quizás en las páginas del GP de Mónaco resalte que, a partir de ahora, su estrategia la decide él.
Ser competitivo o ganar
Binotto, jefe de Ferrari, admitió en público que hubo decisiones cuestionables en Montecarlo. "Puede que hayamos cometido errores. Cometimos errores en nuestra forma de ver la carrera. Podíamos haber ganado la carrera, incluso Carlos, tuvo mala suerte porque se encontró a Latifi y sin eso hubiera estado delante de Pérez. No fueron situaciones que jugaron a nuestro favor, pero creo que tomamos malas decisiones. Cuando tienes el coche más rápido, haces la pole y no ganas la carrera es decepcionante". En Barcelona y Mónaco se escaparon dos victorias casi seguras en circuitos favorables (Azebaiyán y Canadá son terreno Red Bull). "Somos conscientes de que ser competitivos es una cosa, y ganar es otra cosa. Como equipo, tenemos que seguir aprendiendo y progresando", admite Binotto.
La única buena noticia para Ferrari en el fin de semana es que Sainz se entona. El sábado de Mónaco estaba con Leclerc, solo el tráfico de los Mercedes le alejó un par de décimas de la pole. Y el domingo cumplió con su cometido: dejó marchar a Charles como le habían pedido para cubrir un posible doble 'pit-stop' en caso de 'safety car'. Tiró cuando estuvo delante, lideró la carrera y acertó al cancelar el cambio a neumáticos intermedios. El mejor Leclerc está solo a 33 puntos de un Carlos irregular y quedan 15 grandes premios, un mundo.