La disposición fue la misma, pero el rival resultó más complicado y demostró que la Selección Mexicana sufre con la contundencia.

El espejismo del 4-0 contra Honduras se esfumó en los primeros 45 minutos contra Haití, que en la segunda parte ayudó a que México se tranquilizara gracias a un autogol. Sin embargo, sobre el final le volvió a complicar al reducir la diferencia en el marcador.

Jaime Lozano tiene que pensar en cómo mejorar a la selección nacional porque los rivales comenzarán a ser más difíciles a partir de los cuartos de final, si es que antes Qatar no le da un buen susto.

Es verdad que los haitianos no sometieron al equipo mexicano, pero de no ser por el autogol quizás la situación hubiera sido más apremiante para el Tri.

Tampoco se puede pedir demasiado a Jimmy Lozano con menos de dos semanas frente al equipo, que bastante bien ha hecho con darle una cara ofensiva al equipo que con Diego Cocca no se vio en siete juegos.

El LamborJimmy está construcción. El duelo contra Haití es como una parada en pits para volver a potenciar a la selección después de su arrollador inicio en Copa Oro contra Honduras.

Ahora hay que ver si Lozano y cuerpo técnico son capaces de mantener el envión sobre los jugadores, que el camino al título de la Concacaf y la reconciliación con la tribuna aún están lejanos.