Lewis Hamilton estuvo un buen rato soñando con que podía ganar en el Circuito de las Américas. Pero al final sucumbió ante la voracidad de Max Verstappen. El depredador de Red Bull le birló la victoria en los últimos compases de una carrera apasionante.
El heptacampeón consiguió su podio 189 en la F1. Un registro muy por encima del que atesora en su palmarés el gran Michael Schumacher (155). Pero lo cierto es que Lewis no debe estar muy contento. En primer lugar porque puede ver cómo se rompe este año su inmaculada racha (siempre ha ganado alguna carrera en cada una de las temporadas que ha corrido). Y luego porque este año 'sólo' se ha subido siete veces al cajón. Desde 2013 no terminaba por debajo de los 10 podios. Puede llegar a esa cifra porque restan tres citas (México, Brasil y Abu Dabi). Pero ese es el mejor escenario para el de Stevenage.
No obstante, el '44' prefiere ser optimista. Quiere creer que el próximo coche de Mercedes será mucho mejor que el problemático W13. "Lo que me llevo de Austin es que tuvimos buen ritmo, sigo aquí y sé que cuando fabriquen el nuevo coche lo llevaré a lo más alto. Sólo tenemos que seguir trabajando. Me gustaría darle las gracias a mi equipo. Todo el mundo en la fábrica está trabajando muy duro y ha sido un año muy difícil para todos", ha señalado Hamilton a 'Sky Sports F1'.
"Vinimos aquí con mejoras, trabajaron muy duro para traer esas actualizaciones y realmente tuvieron efecto, así que en Estados Unidos estuvimos más cerca. Estoy muy orgulloso de todos. Siento no haber podido conseguir la victoria, pero lo he dado todo. Estábamos liderando y veía que Max se acercaba un segundo por vuelta, pero no podía responder. Son como 10 km/h más rápidos que nosotros en las rectas. Y al final, nuestros retrovisores vibran tanto que no podía ver dónde estaba, así que es difícil defenderse", se ha justificado un Hamilton que marcha 6º en la general de pilotos con 198 puntos.
Así será el próximo coche de Mercedes
Por su parte, Toto Wolff ha desvelado cómo será el próximo coche de Mercedes. El mandamás de la escudería de Brackley no ha sido muy específico, pero ha indicado que habrá una transformación considerable. "Creo que el ADN del coche va a cambiar para el año que viene, eso está claro, no significa necesariamente que nuestra carrocería vaya a tener un aspecto muy diferente, pero, sin duda, lo que forma parte del ADN, la arquitectura, cambiará para el próximo curso", ha apostillado.
Al respecto de cómo sufrían con la velocidad punta, Wolff ha resaltado: "Hay varias razones para ello, una es que nuestro coche es demasiado lento en general. Eso es algo que tenemos que resolver para el próximo año, y el límite de costes juega un papel, no podemos producir una cantidad infinita de piezas de baja resistencia o pasar mucho tiempo en el túnel de viento para lograr soluciones", ha remachado el jefe de Mercedes.