El duelo de la jornada no defraudó. Clippers y Warriors se citaban en Los Ángeles con dinámicas y necesidades muy diferentes. Los locales se llevaron la victoria (121-113), la sexta consecutiva para alcanzar puestos en el Oeste (ya son 7º con 14-10), y confirmar las buenas sensaciones de las últimas semanas.
Los visitantes, por su parte, afrontaban el primer partido tras la sanción indefinida a Draymond Green, con más dudas que certezas y con muchos problemas en el horizonte. El 10-14 de récord es atípico en una franquicia a ser puntera y estar en el foco durante la última década.
Dejando a un lado los resultados, el partido sacó una sonrisa al espectador. Más que por el espectáculo, por la nostalgia. Vimos a un Harden de antaño, de los que decidía partidos (28 puntos, 15 asistencias, 4 tapones y 5/6 en triples) y un Klay Thompson que recordó a su mejor versión (30 puntos, 8/12 en triples).
Un pellizco al corazón con minutos finales preciosos entre los dos equipos y acciones de mucho nivel. Los Clippers han cogido ritmo y, incluso con la baja de Paul George, son capaces de competir y ganar a cualquiera. Las estrellas han entendido a la perfección el rol que deben tomar.
Duelo anotador de élite
Tener a Curry (y a Klay anoche) frente a Harden, Kawhi y Westbrook promete espectáculo. Y lo tuvo. Los dos equipos gozaron de un momento de frenesí para igualar el partido hasta el final. Los Clippers destrozaron en el segundo cuarto con 40 puntos, y Golden State respondía con 37 en el tercero para no alejarse en el marcador.
No fue la mejor noche del base de los Warriors. 17 puntos para un Curry desacertado desde el triple (3/13), que no logró estar cómodo en ningún momento. Klay, y un buen Kuminga (15 puntos), le cubrieron las espaldas.
Por el lado local, sin Paul George, Kawhi se fue hasta los 27, con 8 rebotes. Westbrook, demostrando una vez más que es un acierto liderar la segunda unidad, ejerció de líder en momentos importantes. Powell, desde el banquillo, anotó 20.
Pero el protagonista fue un Harden que nos llevó al pasado. Al que demostraba en la pista y dominaba cada partido. El que quizá no veíamos desde Houston. Los Clippers agradecen haber encontrado un nuevo líder.