LAKELAND, Florida – Roger Clemens acostumbra visitar los entrenamientos de los Tigres desde que el club seleccionó a su hijo, Kody Clemens, en el Draft amateur del 2018. Antes de la victoria por 5-3 sobre los Yankees el jueves, Detroit lo invitó para que le hablara al equipo.

El siete veces ganador del Cy Young nunca se imaginó lo que le esperaba.

“Me cocinaron”, dijo Clemens entre risas.

En la reunión, el equipo proyectó el video en el que el venezolano Miguel Cabrera, para entonces de 20 años, le conectó un jonrón a Clemens en el Juego 4 de la Serie Mundial del 2003, culminando un turno que comenzó con una recta alta y pegada.

“Hablamos sobre turnos incómodos”, dijo el manager A.J. Hinch. “Le lanzó [a Cabrera] a la cara. Luego, Miguel se la sacó. Los muchachos se divirtieron con eso”.

Fue una lección valiosa, pero la cosa no se detuvo ahí.

“También vimos cómo [el miembro del Salón de la Fama Alan] Trammell le conectó jonrón”, añadió Hinch. “Nos aseguramos de que Roger se acordara de todo eso”.

Efectivamente, Trammell bateó .364 (de 66-24) en su carrera ante Clemens, con siete dobles, dos jonrones y 14 empujadas. Empalmó un cañonazo de tres carreras para irse arriba en la séptima entrada ante Clemens, el 12 de junio de 1987 en el Tiger Stadium. Trammell dio uno de los cinco hits que permitió Clemens en su blanqueada de 20 ponches en el Tiger Stadium el 18 de septiembre de 1996.

Como contraste, Hinch se fue de 11-2 en su carrera como jugador ante Clemens, pero le conectó cuadrangular en su último enfrentamiento, el 10 de agosto de 1999.

Fue un momento divertido, pero repetir el cuadrangular de Cabrera tuvo su propósito.

“Lo que queríamos hacer”, explicó Hinch, “era tener en ese cuarto a la mayor cantidad de personas posible que hayan experimentado lo que pocos han podido: Ganar una Serie Mundial. Cuando ves a alguien al comienzo de una carrera de Salón de la Fama, como Miguel, enfrentando a Roger, en la parte final de su trayectoria, es un recordatorio de que esa meta puede pasar en cualquier momento, estés listo o no”.

Para algunos jugadores presentes en la reunión, ésa fue una historia de antaño. Riley Greene tenía tres años cuando ocurrió ese batazo. Matt Manning y Akil Badoo tenían cinco. Casey Mize y Tarik Skubal, seis.

Para los lanzadores, el mensaje de Clemens fue muy importante.

“He tenido muy buenas conversaciones con Roger. Me encanta escucharle”, confesó Mize. “Hablamos de los planes de juego, (las sesiones del) bullpen y los aspectos mentales. Es increíble poder escuchar a una leyenda hablar sobre el juego”.