Cristiano ha lanzado un jaque mate. Los red devils viajan este viernes a Tailandia, Australia y Noruega para probarse frente al Liverpool, Melbourne Victory, Crystal Palace, Aston Villa y Atlético de Madrid, y el portugués no está entre los desplazados. Los “motivos familiares” que le hicieron ausentarse en su primera semana de entrenamientos van más allá. Quiere salir del club a toda costa. Mientras, el United sacó la camiseta para el próximo curso y en las imágenes sí aparece. Eso sí, The Athletic publica que el club ha paralizado un spot en el que estaban juntos Cantona, Beckham y el propio Cristiano por miedo a que se acabe marchando.

Además de la importancia de aprovechar los kilómetros para hacer piña, el United tratará de sacar el mayor rendimiento comercial posible al periodo estival a pesar de la ausencia de Cristiano. La normalidad en los veranos de los Diablos Rojos no es plena desde hace tres años. En campañas anteriores también hubo nubarrones sobre el Manchester United. Dudas. Amagos de crisis.

En 2019, Paul Pogba fue el protagonista. Al igual que ha sucedido en los últimos días con Cristiano Ronaldo, el centrocampista francés hizo público su deseo de abandonar Old Trafford poco antes de iniciar una pretemporada que condujo a los mancunianos a Australia, Singapur, China y Noruega. Una vez iniciada la gira, el foco de atención se centró en Romelu Lukaku, que se perdió los tres primeros amistosos y vio desde el banquillo el cuarto. Ni siquiera vistió la equipación del Manchester United, lucía un chándal propio. Poco después se marchó al Inter.

El verano de 2018 parecía ser el definitivo, el del regreso del equipo rojo a las cotas más altas. Un año después de ganar la Europa League, los de José Mourinho fueron segundos en la Premier League. Encaraban la tercera campaña del portugués con esperanza, pero también con divisiones en el vestuario. Mourinho fue destituido cuatro meses después de iniciar la campaña 2018/19.

Erik ten Hag tomó el relevo de un vestuario fraccionado bajo la tutela de Ralf Rangnick y Ole Gunnar Solskjaer. Se evidenció que gran parte del problema del Manchester United reside en la cúpula. He ahí la complejidad de la tarea para el entrenador neerlandés, a quien en los últimos días se le han torcido los planes con la desaparición de Ronaldo, ausente en la que debía ser su primera semana en Carrington, donde se encuentra la ciudad deportiva del club. El portugués no ha aceptado de buen gusto la bajada salarial que conlleva la no participación en la Liga de Campeones, una competición en la que quiere participar el próximo curso. Como ocurriera en 2019 con Pogba y Lukaku, los titulares virarán en torno al futuro de Ronaldo más que sobre el presente del Manchester United.