La respuesta de los Lakers a los Nets no es un fichaje... es una paliza
Decía Rudy Tomjanovich de sus Rockets campeones por segunda vez: "No desestimes el corazón de un campeón". Probablemente de todas, esta es una de las mejores reflexiones de la historia de la NBA. De las más acertadas, desde luego. Los Lakers, campeones pero en cuadro, aparecían como víctimas propiciatorias para unos Nets que preparan con mimo el asalto a su trono. Y lo que se produjo en el Barclays Center de Brooklyn fue la redención amarilla con un 101-126 que calla muchas bocas, sobre todo en el Oeste.
Los Lakers empequeñecieron a los Nets. Hubo muchas bajas, sí, pero las de los campeones ganaban por goleada: LeBron James, Anthony Davis, Marc Gasol, Kyle Kuzma... En los Nets faltaba Harden, pero estaban Durant e Irving. Y de todos los nuevos fichajes, Andre Drummond fue el más destacado. El ex de los Cavs hizo 20 puntos y 11 rebotes en 22 minutos haciendo añicos a Aldridge, pero el éxito amarillo fue coral, con ocho jugadores más llegando al menos a los 10 puntos.
Los Lakers fueron un rodillo. Bajo la batuta de Dennis Schroder, hasta su expulsión en el tercer cuarto junto a Kyrie Irving, el equipo angelino envió un mensaje claro para los que ahora mismo les ven por detrás de los Nets, y aún con desventaja en el Oeste con respecto a Nuggets y Clippers: el que quiera el título tendrá que pasar por encima de ellos. Acudieron a Brooklyn como ovejas al matadero y salieron como lobos hambrientos de un nuevo anillo. Tumbaron al gran rival en su propia casa con un equipo casi B, sembrando de dudas la euforia que hasta ayer reinaba allí. El episodio 1 de la final del siglo fue púrpura y oro. Seguro que los dos equipos se citaron para las Finales...
En una temporada muy oscura para los Raptors, ver a Gary Trent jr. firmar una noche como ante los Cavs es casi una bendición para los canadienses. El jugador fichado en el pasado mercado se fue hasta los 44 puntos, tope personal en la NBA, para liderar a su equipo a la victoria frente a Cleveland: 115-135.
En su exhibición, Trent hizo un poco de historia ya que se convirtió, junto a Klay Thompson, en el único jugador en la NBA que logra 40 o más puntos con al menos un 85% de acierto en tiro con 9 triples intentados.
Pero hay más. Su 89,5% en tiro (17-19) es el segundo mejor porcentaje para un jugador con al menos 44 puntos en un partido sólo por detrás de Mike Woodson (48 puntos y 91,7%) en 1983.
Trent lleva más de 17 puntos de media desde que aterrizó en los Raptors, dando la razón a quienes apostaron por él en Toronto. Al menos la temporada no será en blanco para ellos.
Que alguien llegue a los 30 rebotes en un partido siempre tiene un sabor añejo. Desde luego son números de otra época, cuando en la pintura patrullaban jugadores como Wilt Chamberlain, Bill Russell o Moses Malone. Enes Kanter lo hizo ante los Pistons añadiendo además 24 puntos en un partido para el recuerdo.
El 24+30 del turco es el tercer 20+ puntos y 30+ rebotes en la NBA en los últimos 20 años. En esas dos décadas sólo Dwight Howard (32+30) y Kevin Love (31+31), lo habían hecho antes. Con esos números, Kanter fue el mejor jugador para el Fantasy de la NBA. No es un premio oficial, pero ofrece muchas simpatías de los millones de aficionados que juegan cada día...
¿Qué tiene que ver Donovan Mitchell con Karl Malone, Adrian Dantley o Pete Maravich? Los cuatro son historia en los Utah Jazz. El primero la está construyendo todavía a base de noches heroicas. Le queda camino para igualar a los otros tres, claro, pero ya se sienta con ellos en algunas mesas como la de ser los únicos jugadores en la historia de los Jazz en lograr 35 o más puntos en tres partidos consecutivos.
'Spida' lideró a los Jazz ante los Kings, 128-112, con 42 puntos, tope personal de la temporada, tras anotar 37 y 41 en los dos anteriores. Utah lleva ya 24 victorias seguidas en casa y empieza a sembrar el terror de cara a los Playoffs y el factor cancha.
Pero de todo el repertorio de jugadas de ataque de Mitchell, lo más destacado de su partido fue este taponazo en el que literalmente vuela. ¿No se suponía que Spiderman no volaba?
En otra temporada sin Jokic, Embiid, Antetokounmpo, Harden o LeBron, Stephen Curry sería el candidato número 1 al premio MVP. Sus números están a la altura de la temporada en la que fue elegido de forma unánime y sólo el balance de los Warriors (25-28) podría negarle estar en las quinielas.
Curry volvió a exhibirse. Llegó hasta los 38 puntos (ocho triples) ante los Rockets liderando a su equipo a la victoria, 125-109, con 23 puntos en el tercer cuarto. Puede que no sean los Warriors de siempre, pero este sí que es el Curry de siempre, el del 'picorcito'.