LeBron James seguirá de púrpura y oro dos años más, hasta 2023. En realidad, es una temporada más de lo que tenía firmado hasta ahora, ya que su actual contrato finalizaba en 2022. Pero el último año era opcional y podía renovarlo él. Lo ha hecho y no sólo eso, sino que se lleva otro más. En total cobrará en esos dos años 85 millones de dólares y lo acabará teniendo 38 años. Una renovación inusual a esa edad, pero justificada ahora mismo por el rendimiento del quien sigue siendo el mejor jugador de la liga.

De esta manera LeBron se ahorra entrar en el maremágnun que va a suponer la agencia libre de 2021, momento en el que debería decidir si hacía efectivo ese cuarto año de contrato que firmó en 2018. El próximo verano se espera una amplia representación de estrellas en el mercado y el 23 de los Lakers ya no estará en dicha ecuación. Además, 2023 es el año en el que se espera la llegada a la NBA de su hijo mayor Bronny, con el que en varias ocasiones ha declarado que le haría mucha ilusión jugar. Otro de los objetivos que podría tener al alargar su contrato es intentar alcanzar a Kareem Abdul-Jabar como máximo anotador de la historia de la NBA. LeBron ocupa actualmente el tercer puesto con 34.241 puntos, mientras que Kareem paro el contador en 38.387. Entre media aún está Karl Malone con 36.928.

Esta última temporada LeBron ha cuajado uno de sus mejores años, dejando registros estadísticos increíbles para un jugador de su edad. En liga regular ha promediado 25,3 puntos, 7,8 rebotes y 10,2 asistencias. Este último dato es el récord de su carrera y le proporcionó el trofeo de máximo asistente de la temporada. Además, acabó segundo en la votación por el MVP. En playoffs estuvo incluso mejor con 27,6 tantos, 10,8 rebotes, 8,8 pases de canasta, su cuarto anillo y su cuarto MVP de las finales.