Lewis Hamilton, el campeón de Fórmula 1 que genera discordia en Reino Unido
Lewis Hamilton, desde este domingo el hombre con más títulos mundiales de Fórmula 1, igualado a siete con el mítico Michael Schumacher, es una figura que genera gran cantidad de fans y detractores, especialmente en su país, Reino Unido.
Con más de 20 millones de abonados en Instagram, es de largo el piloto más popular de la parrilla en las redes sociales. Tiene allí un ‘ejército de followers’, que se autodenomina «Team LH», pero frente a ellos también hay un número importante que no ve con gran simpatía al inglés.
Una serie de artículos publicados en la prensa británica desde su segundo título mundial (2014) se hacían la misma pregunta: ¿por qué Hamilton no es del todo querido en su país?
«¿Por qué Jenson Button, que consiguió un título de campeón del mundo, es mucho más popular? ¿O el bigote más gruñón de Gran Bretaña, ‘nuestro’ Nigel Mansell, que también ganó un único título?», se preguntaba en 2017 la web Yahoo.
El dominio de Hamilton en los últimos años en la Fórmula 1 es abrumador. En las siete últimas temporadas, Mercedes ha ganado todos los títulos de constructores y de pilotos, a menudo sin gran problema. Hamilton se ha llevado seis de los siete últimos y el único que no logró fue para otro piloto de su escudería, su entonces compañero alemán Nico Rosberg.
«Distante»
A los que le reprochan que ha convertido la Fórmula 1 en algo aburrido, Hamilton envió el año pasado un mensaje directo: «No es nuestra culpa si somos buenos».
Para Rebecca Clancy, del diario británico The Times, el descontento popular con Hamilton nació a finales de 2007, cuando decidió instalar su residencia en Suiza para, entre otros motivos, pagar menos impuestos. Más tarde la fijaría en Mónaco.
También se recuerda que Hamilton tuvo el apoyo de la escudería McLaren, que desde la adolescencia le dirigió hacia la Fórmula 1 y que le permitió ganar en 2008 su primer título mundial en la élite, apenas un año después de su llegada a la competición.
Pero si el ahora siete veces campeón mundial no genera una ola de simpatía es porque «sus gustos no corresponden quizás con los de la comunidad tradicional de las carreras automovilísticas», sobre todo en Gran Bretaña, opinaba en 2014 el diario The Telegraph.
Sus amigos famosos, su estilo de vestir, sus joyas, sus tatuajes, su misticismo o la imagen negativa que algunos consideran que transmite de su ciudad de origen, Stevenage (norte de Londres), no ayudan a ganar fans entre los escépticos. Tampoco un acento entre inglés y estadounidense, que le aleja de los aficionados de su país.
Su apariencia es en ocasiones «distante».
«No sigue las costumbres de los héroes deportivos británicos», destaca John McEvoy, reportero de Fórmula 1 del Daily Mail.
«Hipócrita»
El activismo de Hamilton genera titulares desde su conversión a la ecología y al veganismo en 2017.
La noticia sorprendió teniendo en cuenta que era una figura acostumbrada a recorrer el mundo durante años a bordo de su jet privado rojo, que luego vendió, y que compite conduciendo vehículos de motor a velocidades locas en los circuitos.
«La acusación principal contra él es que es un hipócrita», se leía en un texto incendiario de McEvoy a principios de julio.
El autor abordaba la cuestión de Hamilton y el racismo. Se mostraba crítico no por la intención del piloto o su postura en ese asunto, sino por las formas utilizadas por el inglés para trasladar el mensaje.
«Muchos se hartaron de sus sermones moralizantes», escribía.
«Incluso cuando sus intenciones son buenas, puede generar tensión», apuntaba por su parte Philip Duncan, de la agencia PA.
Pero eso no impide que otros vean su aportación con otros ojos, como su joven compatriota y también piloto Lando Norris, que le ve recibiendo la consideración honorífica de caballero en su país en un futuro.
«Abre el camino en numerosos aspectos, en la pista y fuera», estima el piloto de McLaren. «Muchos deportistas han hecho lo mismo en otros deportes y recibieron ese título, ¿por qué no él?», apunta. (D)