AKiko Martínez se le torció su primera defensa del título mundial del peso pluma desde el primer asalto, cuando la cabeza de Josh Warrington impactó contra su rostro y le causó un importante corte. El inglés, que jugó muy sucio, se abrió paso a base de cabezazos durante todo el combate y arrebató el cinturón de la IBF al español, una vez que el árbitro detuvo las acciones en el séptimo asalto, tras una descarga de golpes del aspirante. Por desgracia para 'La Sensación', se impuso la estrategia macarra de su rival.
El español salió a presionar y a los dos minutos de combate se produjo un cabezazo del 'Guerrero de Leeds' que causó una brecha en el rostro de Kiko. La acción lo enfadó y lo descentró. Instantes después el campeón cayó al suelo tras un descuido defensivo, probablemente producto de la anterior maniobra de su rival y sus consecuencias. Desde ese momento el púgil de casa se creció.
En el segundo acto Warrington insistió en lanzar su cabeza contra la del español, ayudado siempre de los antebrazos para tocar la concentración del campeón. Con el inglés desatado, 'La Sensación' logró en el tercer asalto llevar al aspirante al centro del cuadrilátero y apretar a su contrincante.
En el cuarto round al fin el árbitro advirtió al de Leeds por su constante uso de la cabeza y de los hombros contra el rostro del ilicitano cuando lo encerraba contra las cuerdas. El juego del inglés le daba su fruto. Con el rostro ensangrentado y dos importantes cortes, Kiko sacó mucho trabajo en el quinto acto para demostrar a 'The Leeds Warrior' que le haría pagar cualquier descuido.
La pelea entró en una fase de presión para el de Torrellano, aunque con Warrington sacando buenas manos que hacían manar la sangre de su rival. Hacia el séptimo asalto la remontada se tornaba muy complicada, e instantes después imposible, tras una una andanada del británico con Kiko contra las cuerdas, que hizo que el árbitro detuviera la pelea.
El de Torrellano tenía todos los elementos en contra, con un excampeón peleando en casa, rodeado de de 13.000 encendidos seguidores que tienen a Josh Warrington por religión. La puntilla la clavó este nada más empezar, tirando de marrullería. La carrera de Martínez, en cualquier caso, no queda para nada empañada por esta derrota producto de las malas artes de su oponente.