Muchos retos que afronta desde ya, con un equipo distinto al triunfador de 2003, donde había pesos pesados como Sandro Rosell, Ferran Soriano, Marc Ingla o el propio Josep Maria Bartomeu, también sin Txiki como secretario técnico. El reto es incluso mayor que el de hace 18 años
Desvelar la incógnita Leo determinará lo que será el Barça de las próximas temporadas prácticamente a todos los niveles. El deportivo, por descontado; el económico, porque si bien su contrato es el más alto del mundo, su marcha afectaría profundamente a los ingresos; y hasta el social, por el coste emocional que supondría el adiós del 10. Laporta ha jugado la baza en campaña de su buena relación con Messi y es consciente de para convencerle el proyecto es más importante que lo económico. En su primer discurso ya le hizo un guiño. El equipo está ganando y vuelve a ser competitivo (por ahora en España, no en Europa). Y la presencia de Messi votando con su hijo, con el que se fotografió en la grada, invita al optimismo. El futuro del Barça sí preocupa al 10. ¿Habrá hablado ya con Jorge Messi?
Muchas decisiones que anunciar y tomar para empezar a diseñar la plantilla de la próxima temporada. Laporta ha escondido sus cartas hasta ahora porque sabía que no necesitaba jugarlas ni forzar en ese sentido, ganador desde la precampaña, eludiendo movimientos en falso. Con Alemany de mano derecha como más que probable director general está por ver quién sera la izquierda, la que se ocupe de la dirección deportiva. Puede ser Jordi Cruyff, que asoma como posible secretario técnico (las mascarillas con el 14 en honor a su padre seguro que le encantaron), con Xavi esperando acontecimientos desde Qatar. Koeman se está haciendo fuerte, cargándose de argumentos para mantenerse en el banquillo como padre de este proyecto, peleando LaLiga y en la final de Copa, aunque con pie y medio fuera de la Champions. Se da por descontado que Ramón Planes no continuará.
El mercado postpandémico está dejando sin margen de maniobra a los clubes, especialmente a un Barça con el tope salarial disparado y sin dinero en caja. Peliagudo escenario para la nueva Junta, porque necesita generar ingresos y los jugadores que están en la rampa de salida no son los atractivos para el mercado y los que sí despiertan interés son los que deberían seguir. En ese caso, por ejemplo, Ansu y Dembélé acaban contrato en 2022 y deben renovar. Las fichas de Coutinho y Umtiti por ejemplo son inasumibles en función de su rendimiento, pero difícilmente colocables en otro equipo. En el capítulo de fichajes, la economía del Barça, salvo milagro financiero, no para para un crack. A coste cero podrían llegar Kun Agüero (su amigo Ibai Llanos lo reconoce abiertamente) y viejas peticiones de Koeman como Eric García, Wijnaldum o Depay.
A pesar de la gran cantidad de ex jugadores, muchos de ellos canteranos, con éxito en su época deportiva, la estructura azulgrana está huérfana de estos perfiles. Por citar dos recientes, Valdés, que volvió con Bartomeu, duró poco y apoyó a Laporta en la presentación de su proyecto; y Puyol dijo no al anterior presidente y sigue siendo extraña su ausencia en el club. Con Laporta volverán Alexanco (levantó la primera Champions) y Masip, leyenda de la sección de balonmano.
El otro quiz de su segundo mandato después de Messi, aunque menos atractivo para el aficionado, que vive más pendiente del equipo que de la economía. La deuda que supera los mil millones, 700 a corto plazo, es una losa que obliga a buscar y potenciar ingresos de manera prioritaria. Camiseta, patrocinadores, ampliar la base de socios ("hay que poner facilidades para que todo el mundo se pueda hacer socio", defienden en su proyecto), incluso la emisión de bonos voluntarios para los aficionados ("para quien quiera contribuir por su sentimiento")... y hasta la producción de contenidos. Más allá de reajuste de salarios y contención del gasto. Se requiere de un plan quirúrgico... y sin margen de error.
El proyecto de nunca acabar, inaplazable por mucho más tiempo. Rebautizado por Laporta como Ciutat Barça, Joan aseveró: "Los grandes retos no nos asustan, nos estimulan. Y este es el proyecto del Barça más emblemático en los próximos 100 años. Lo van a disfrutar muchas generaciones de barcelonistas. Nuestros rivales ya han hecho renovaciones en sus instalaciones, y tienen unas oportunidades que nosotros no tenemos". Entre sus ideas, hacerlo en una fase y no en varias para poder tenerlo listo en 2024, coincidiendo con el 125 aniversario del club. El equipo jugaría en Montjuïc cuando fuera necesario.