Mamardashvili mantiene en pie al Valencia
ugando así, meterse en Europa vía Liga parece una broma. Al Valencia le queda la final de Copa. Si la gana habrá Europa League, si la pierde, habrá otro año en el desierto. El equipo llevó el plan hasta el límite. No se jugó a nada, logró adelantarse en el marcador y enfrió el partido como de costumbre. Pero la aparición de Guardiola, cuando Iraola ya preparaba su cambio, acabó con el plan del técnico alicantino.Mamardashvili fue el mejor de un Valencia perdido y sin chispa. De no ser por el georgiano la racha del Rayo se hubiera ido al infierno.
Un lunes por la noche en Vallecas hacía falta algo más para animar la cosa. La primera parte que Valencia y Rayo regalaron a sus hinchadas fue complicada de digerir. Balonazos buscando el cielo de Madrid, poniendo el peligro la cámara dron y un generando un sin fin de interrupciones y disputas que hicieron que, por momentos, el espectáculo resultara grotesco.
Con todo, lo más atractivo ocurrió con dos disparos desde fuera del área y un centro chut que se envenenó y estuvo cerca de sorprender a Mamardashvili. Primero amenazó Guedes, pero su disparo salió centrado. Luego lo hizo Isi, que tras un rechace de una falta que él mismo había lanzado sí obligó al portero georgiano del Valencia a tirar de reflejos y hacer una gran intervención. De ahí en adelante, el vacío. La nada. El Valencia parecía cómodo manteniendo la portería a cero, mientras que el rayo se veía poco capaz de superar la muralla de Bordalás, pero no sufría atrás. Tablas clásicas.
A los 33 segundos de la segunda mitad ya se montó la primera tángana. No parecía que la cosa fuera a mejorar tras el descanso con esta presentación. Y no mejoró. El juego seguía espeso como un buen chocolate de Fallas, pero en ese momento llegó el gol del Valencia. No podía ser de otra forma. Buena internada de Guedes, balón atrás del luso y remate llegando en segunda ola de Soler que al rebotar en Catena dejó a Dimitrevski sin opciones de atrapar una parábola perfecta.
El gol provocó lo que todos esperaban. El Valencia decidió que ya se jugaría poco y el Rayo aceptó la invitación para intentar empatar. La tuvo Pathe Ciss nada más salir al campo, pero su gol fue anulado por fuera de juego. Luego otra vez apareció Mamardashvili para atajar un gran disparo a distancia de Isi. Un muro, el gigante georgiano. Pero aguantar siempre no siempre es una buena idea. Bordalás quitó a Guedes y sacó al campo a Jesús Vázquez, tres minutos después Guardiola se sacó un pelotazo a la escuadra que empataba el partido. Bastante justa la cosa.