Miguel Cabrera batea primer Home Run del 2023 en medio de su despertar en junio

Miguel Cabrera no había iniciado ambos juegos de una doble tanda desde julio del año pasado, cuando estaba coqueteando con los .300 de promedio y en camino hacia el Juego de Estrellas, antes de que sus adoloridas rodillas y los problemas de espalda obligaran a recortar su tiempo de juego.

El mánager de los Tigres, A.J. Hinch, necesitaba dos juegos del venezolano el miércoles, tratando de encontrar ofensiva para tratar de mantener el ritmo de los Bravos. Pero quería asegurarse de que Cabrera estaba sano para disputar dos duelos en un mismo día.

“Pasé por su locker hoy sólo para ver cómo estaba”, dijo Hinch. “Y me dijo: ‘Sí, puedes encontrar algunos hits’”.

Resulta que los hits estuvieron por todo el terreno el miércoles en Comerica Park. Y por primera vez este año, Cabrera mandó una pelota por encima de la cerca. Fue algo de consuelo en la barrida a manos de Atlanta, pues Detroit perdió por 10-7 y 6-5, respectivamente. Pero ahora que los Tigres regresan a la acción divisional para cuatro juegos en Minnesota, seguidos de tres en casa contra los Reales y tres más contra los Mellizos, Cabrera está mostrando signos de estar encendiéndose.

“Encontró algunos hits por su propia cuenta”, bromeó Hinch. “Tal vez eso sea un trampolín para él y para nosotros”.

Cabrera ha bateado 18-7 con cinco extrabases en sus últimos cinco desafíos. Ha bateado 23-8 en junio con cinco de sus 15 batazos más fuertes de la temporada, según Statcast, todas con velocidades de salida de 101 millas por hora o más, sin incluir el rodado a 99.6 mph que bateó directamente contra la pierna del relevista de 39 años de los Bravos, Jesse Chávez, en la sexta entrada del primer desafío. Cabrera ha estado sonriendo mientras corre por las bases, y en general está bateando mejor, más allá de que la conexión termine en hit o no.

Históricamente, esta es la época cuando Cabrera suele prender los motores. Su OPS de .918 en junio es el más alto de su carrera en cualquier mes, ya sea por el calor o por la cantidad visitas al plato que suele tener a estas alturas. A los Tigres les encantaría verlo hacer eso ahora, mientras se abre paso a través de un verano más, su último como jugador activo.

Cabrera no había bateado un jonrón desde que tenía 39 años y se la botó a Daniel Lynch, de los Reales, el pasado septiembre. Su contador de cuadrangulares en el jardín izquierdo de Comerica Park se había estancado en 507 desde el invierno, si bien el contador de hits colocado justo a un lado aumentaba. Era normal preguntarse si las tarjetas con los números de los bambinazos quizás ya estaban pegadas unas a otras.

Pero cuando Cabrera conectó con una recta de Spencer Strider en el segundo acto del primer juego, la conexión entre el central y el izquierdo dejó pocas dudas, aterrizando un par de filas en los asientos del left field. El lanzamiento a 95.7 mph de Strider fue el envío más duro que Cabrera ha sacado de cuadrangular desde que trituró un pitcheo a 97 mph del entonces relevista de los Rays, Tommy Hunter, en el 2017.

Con ello, Cabrera se convirtió en el Tigre de mayor edad en pegar un vuelacercas en Comerica Park; hasta el miércoles era el tercero de esa lista, detrás de Gary Sheffield y su compatriota y amigo, Víctor Martínez. También se convirtió en el quinto Tigre que batea un cuadrangular con 40 años o más, uniéndose a Norm Cash, Doc Cramer, Darrell Evans y Bobby Lowe. La risa en la cara de Cabrera mientras rodeaba las bases le hizo parecer un niño otra vez.

Cabrera trabajó la cuenta completa contra Strider en su siguiente turno antes de fallar con un elevado a la derecha. Luego conectó una cutter de Chávez en 0-2 hacia el centro que impactó al propio pitcher, quien debió abandonar el terreno con ayuda.

“Esas cosas pasan cuando te enfrentas a un miembro del Salón de la Fama y lanzas pitcheos en el mismo lugar un par de veces”, bromeó Chávez mientras mostraba el moretón en la parte interior de su pierna, justo debajo de la rodilla.

Una vez que Cabrera demolió un pitcheo del cubano Raisel Iglesias para enviar un cañonazo a 101,6 mph de un bote sobre la valla del jardín izquierdo para un doble por regla en el primer juego, firmó su segundo encuentro de tres hits del año y su segundo duelo en cuatro días con más de un extrabases. Se quedó a un triple del ciclo por 38ª vez en su carrera y por primera ocasión desde el 2020. Empató al miembro del Salón de la Fama, Harry Heilmann, en el cuarto lugar en la historia de la franquicia con 809 extrabases como miembro de los Tigres.

Con 3.114 hits en su carrera, Cabrera está a uno de empatar a Alex Rodríguez en el puesto 21 de la historia de las Grandes Ligas. Su próximo jonrón lo igualaría con Sheffield, su compañero de equipo en su primera temporada en los Tigres en el 2008, en el lugar 26 de todos los tiempos. Y lo que es más importante para él en estos momentos, ayudaría a los Tigres a seguir prendiendo su ofensiva.

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