Militao se agiganta en el Coliseum
El Real Madrid cumplió en el Coliseum con todos sus objetivos, ganando y metiendo presión al Barça de cara al Clásico. Duerme líder tras dejar su portería a cero por vez primera, aunque jugó con fuego. Marcó pronto, pudo resolver en un puñado de ocasiones, pero dejó vivo un partido capital hasta el último instante. Sufrió, en parte por su falta de contundencia en área rival. Lo compensó en la propia. En ambas dominó Militao, protagonista del triunfo blanco con su gol y su excelente prestación defensiva. Su víctima fue un Getafe serio, mejorado, aunque escaso de amenazas en ataque.
En el escenario del crimen, Eder Militao puso pronto cuesta abajo el partido para el Real Madrid. Aquella derrota dolorosa de enero comenzó por un error del brasileño, motivo suficiente para motivarle diez meses después al acudir al remate en el primer córner del partido. Aceleró para escapar de Mitrovic, acudió al punto exacto a donde volaba el servicio de Modric y golpeó con un giro violento del cuello la pelota que sobrevoló a Duarte y Soria. Imparable.
No dio tiempo siquiera a saber si el plan de Quique era válido, con sus tres centrales, sus carrileros largos y Milla en el eje, moviendo al equipo azulón. La entrada arrolladora del Madrid sorprendió al Geta, que estuvo un buen rato persiguiendo sombras. Con Modric en la medular el equipo blanco tuvo la personalidad que podía echar en falta por la ausencia de Benzema, y aunque no aumentó la renta en su buen inicio, contuvo el crecimiento local. Desde el control y la posesión, dominando la pelota, y reduciendo los ataques contrarios a una llegada de Angileri por fuera de la banda izquierda que cruzó su remate y Mayoral no llegó por milímetros.
Aunque equilibró el duelo el Geta, el Madrid cargó con las ocasiones más claras, con protagonismo para sus puntas brasileros. Rodrygo encaja como un guante en el traje de falso 9, y a punto estuvo de dejar constancia al cabecear un servicio de Valverde en otro centro lateral, se prevé. Soria detuvo lo que no pudo parar Ederson. Ya en el tramo final se escapó Vinicius, harto de la marca de Damián -agresivo, como siempre-, y provocó el penalti clamoroso de Milla, pero la pelota se había ido por la banda previamente. Eso se dictaminó desde el VAR, y así lo parecía en las imágenes.
De vuelta de vestuarios pudo rematar el Madrid la faena en una triple ocasión detonada por Vinicius al irse por la izquierda. Sirvió atrás, remató Rodrygo, sacó Angileri, reventó Tchouaméni, repelió Soria y acabó recogiendo Modric para que Angileri bordase su jugada defensiva. Triple ocasión clamorosa que espabiló a los azulones. Tiro de Aleñá envenenado, buena respuesta de Lunin y, tras el córner, disparo de Duarte al palo de atrás. Prueba evidente de que al Madrid le haría falta un plus para amarrar la victoria. Lo puso Rodrygo con elegancia, levantando sobre Soria tras una incursión de Valverde, pero el rebote cogió al brasileño en fuera de juego. Evidente.
Tuvo mérito Militao en la falta de llegada del Geta. Apareció en todas partes, cortando centros, pases y tiros. Sí hizo algo mal, exagerar en una entrada de Portu, ya en el verde junto a Munir, y se llevó la reprimenda de Mateu. El caso es que el marcador seguía siendo corto y no había cambios en el Madrid. O Ancelotti no veía cómo mejorar a su equipo o temía abrir un agujero si lo tocaba. Metió a Nacho y Asensio para el último tramo. Agotó los cambios también Quique, metiendo incluso a Latasa. Forzó un par de córners, incluso pidió penalti Djené de Carvajal. Poca cosa. Y desde lejos pudieron rematar Valverde y Asensio. No cambió un resultado que mantiene al Madrid en lo más alto para el Clásico, como mínimo con los mismos puntos que el Barça. Misión cumplida.
