Montjuïc cura todos los males del Barça
El Barcelona volvió este martes a jugar en casa. En Montjuïc. Y volvió a ganar. Después de los dos últimos tropiezos en LaLiga, perdió en San Sebastián y empató en Vigo, se reencontró con la victoria y reafirmó su gran trayectoria en la Champions League. Los culés, dubitativos a domicilio, están intratables ante su grada: no han cedido ningún punto.
Los azulgranas afrontaban el choque contra el Brest, correspondiente a la quinta jornada de la liguilla de la máxima competición continental, con ciertas dudas tras la derrota contra la Real Sociedad y el empate contra el Celta el pasado fin de semana. El vestuario y Hansi Flick reconocieron los graves errores cometidos. Pero este martes, los catalanes regresaban a su estadio, a Montjuïc, que les ha acogido por las obras del Camp Nou, y no fallaron. Los culés han ganado los cinco compromisos del torneo nacional regular ante su grada (contra Athletic, Valladolid, Getafe, Sevilla y Espanyol) y los tres de la máxima competición continental: golearon al Young Boys y al Bayern de Múnich. Y ayer se impusieron, también con comodidad, al Brest.
El conjunto francés llegaba al cruce del Olímpico invicto en Europa, pero los azulgranas están en un modo intratable en la Champions League. Tras perder en Mónaco, en el primer partido de la liguilla, ha ganado los cuatro siguientes y se reafirma como uno de los claros candidatos a luchar por el título.
Los goles de los azulgranas fueron obra de Robert Lewandowksi (2), que ya suma 22 este curso entre los dos torneos y 101 en total en la máxima competición continental, y Dani Olmo. El futbolista de Terrassa firmó contra el Brest su primera diana en la Champions League con el primer equipo culé. En LaLiga, el centrocampista internacional, que volvió a colocarse en la mediapunta, ya suma cinco tantos.