No hubo sorpresa y el Real Madrid gana la Intercontinental
No saltó la sorpresa en Doha y el Real Madrid ganó la Intercontinental tras imponerse al Pachuca por 3-0. No fue un gran partido de los blancos, pero hicieron lo suficiente como para llevarse el trofeo a Madrid. El Pachuca lo intentó, pero en realidad, sólo en el primer cuarto de hora del partido le complicó la vida a los de Ancelotti.
El Real Madrid, con Mbappé como titular, salió al campo pensando en cualquier cosa menos en la final de la Intercontinental. Ante un Pachuca con presión alta y con un sistema defensivo muy compacto, los de Ancelotti hicieron todo lo que no se tiene que hacer para superar eso. Juego lento y, por lo tanto, previsible en el que sí, tenían el balón, pero para nada. El Pachuca, por su parte, salió al campo con las ideas muy claras. Equipo muy junto para defender y a la que podían, ir lo más rápido posible hacia la meta de Courtois. Con eso que parece tan fácil, pero que es difícil de ejecutar, el equipo mexicano puso a prueba al portero del Real Madrid hasta en tres ocasiones en el primer cuarto de hora.
Tres avisos que despertaron, por decirlo de alguna manera, al Real Madrid en el que Bellingham comenzó a aparecer y con él, Rodrygo, Mbappé y Vinicius. Eso no significó que los blancos tuviesen ocasiones claras. Mucha sensación de peligro, sí, pero oportunidades de marcar, pocas por no decir ninguna. El Real Madrid ya no sufría tanto como en el inicio del encuentro. De hecho, monopolizó el balón, pero eso no le servía para encontrar el camino del gol. El Pachuca, por su parte, seguía a lo suyo, centrándose en defender y esperando su oportunidad para salir a la contra.
El panorama triste y malo del partido cambió en el minuto 37 cuando llegó el 1-0 de Mbappé. Una gol que nació en una conexión entre Bellingham, Vinicius y Mbappé. Con un gran pase, el inglés dejó al brasileño solo ante el meta del Pachuca. Vini no marcó, si no que le regaló al francés el 1-0. Ese tanto le dio aire al equipo blanco que fue a por más antes del descanso. Ocasiones tuvo, pero no acertó y se llegó al descanso con la victoria momentánea del Real Madrid.
El segundo acto comenzó con el Pachuca recuperando la presión a la salida de balón del Real y con un susto para los blancos a través de un disparo de Deossa. Los blancos reaccionaron con un gran jugada personal de Rodrygo en el minuto 52 que acabó con el 2-0. Un tanto que tardó en subir al marcador por las protestas del Pachuca, cuyo portero reclamaba que Bellingham le había impedido ver con claridad el disparo de Rodrygo. En esas, el VAR llamó al colegiado para que fuese a ver la acción el monitor. La vio y decidió que el 2-0 era válido.
El Real Madrid tenía encarrilada la final, pero el Pachuca no estaba por la labor de unirse a la fiesta blanca y adelantó líneas para buscar el gol que le permitiese entrar en el partido. Ancelotti decidió entonces mover el banquillo y quitar a Mbappé y Camavinga y poner a Brahim y Ceballos. Poco le importaron al Pachuca esos cambios blancos porque siguió buscando el gol con todo lo que tenía. El Real Madrid no sólo no reaccionó al acoso mexicano, si no que pasó de dominador a dominado. Ante eso, Ancelotti echó mano de un ovacionado Modric para recuperar el control del encuentro.
Rondón estuvo cerca de marcar para el Pachuca, pero con la entrada del croata, el Real Madrid recuperó el control del encuentro y llegaron las ocasiones de gol, algunas claras como las que tuvo Vinicius. Aunque para clara, el penalti que le pitaron a favor al Real Madrid en una jugada de Lucas. El árbitro no señaló nada, pero intervino el VAR, fue a ver la acción y acabó por señalar los once metros. Vinicius lo lanzó y, aunque tocó el balón el portero, el balón entró para que el 3-0 subiera al marcador en el minuto 84. Ahí, sí que acabó la final, aunque el Pachuca marcó en el descuento, pero le anularon el gol, y el Real Madrid se llevó la Intercontinental.