«Play Ball», llegó la hora de los grandes
Treinta equipos comenzaron su andar, en aquel lejano mes de abril, con la aspiración de poder estar en esta fiesta, la de los Playoffs, la hora de los grandes, donde se separa a los niños de los hombres, como dicen por ahí. Ya solo quedan ocho, cuatro de cada liga, para disputar la Serie Divisional de 2021.
Liga Americana
Los Medias Blancas de Chicago y los Astros de Houston darán inicio a las acciones, cuando Lance Lynn y su tocayo sideral Lance McCullers Jr. suban a la lomita del Minute Maid Park de Houston. Ambos equipos dominaron sus divisiones durante –prácticamente– toda la campaña y es por ello que se ganaron el derecho de estar aquí.
El conjunto texano cuenta en sus filas con cuatro bateadores que conectaron más de 25 cuadrangulares y superaron las 80 impulsadas, entre ellos destaca nuestro «Astroboy» José Altuve. Ya se puede decir que este equipo tiene curtida experiencia de postemporada y además los dos mejores bateadores de promedio del joven circuito –Yuli Gurriel (campeón bate con .319) y Michael Brantley (.311)– también integran su sólida alineación.
El plato fuerte de Chicago está en su pitcheo, con una rotación encabezada por Lynn, en la que también figuran Lucas Giolito, Carlos Rodón y Dylan Cease; y un bullpen de lujo, integrado por nombres como Ryan Tepera, Craig Kimbrel y su cerrador Liam Hendricks.
A la ofensiva, José Abreu volvió a ser la cara principal de los Patipálidos; con otra temporada (la quinta de su carrera de ocho años) por encima de los 30 estacazos y la centena de impulsadas, el antillano peleó la corona de remolques hasta el final, con 117 fletes escoltó al venezolano Salvador Pérez (121).
El mánager Tony LaRussa también tiene otros nombre interesantes bajo sus órdenes; en Tim Anderson tiene a un primer bate de lujo (.305 de promedio), seguido del criollo César Hernández que viene de una de sus mejores campañas en MLB, los novatos Gavin Sheet y Luis Robert tienen mucho que ofrecer, y la guinda del pastel la pone Eloy Jiménez, que se perdió buena parte de la temporada por lesión, pero en solo 55 compromisos largó una decena de vuelacercas y fletó 37 rayitas (dejó números bastantes similares a los que tuvo en 2020).
En el Este los Rays de Tampa Bay lo volvieron a hacer. Jugando la pelota que solo ellos saben, con experimentos que siempre les dan resultado y mucho talento joven, los floridanos supieron aprovechar los pinchazos de equipos que figuraban como favoritos, como Yanquis y Azulejos; Boston no partió como favorito, pero tuvo un arranque de ensueño, antes de bajar abruptamente las revoluciones.
Tampa Bay cuenta con un cuerpo de pitcheo bastante sólido y una ofensiva oportuna que hace el trabajo de forma sobresaliente. Shane McClanahan será el encargado de abrir el primer juego; quien tomó la batuta de la rotación, tras la lesión de Tyler Glasnow, tuvo efectividad de 3.43 en 25 aperturas. Brandon Lowe (39 jonrones y 99 impulsadas), Austin Meadows (27 y 106) y Mike Zuñino (33 y 62) comandan una peligrosa toletería, a la que a mitad de temporada se incorporó el veterano Nelson Cruz.
Los Medias Rojas de Boston le ganaron la batalla por el comodín a los Yanquis de Nueva York; ambos equipos terminaron la campaña con el mismo récord, pero Álex Verdugo le hizo honor a su apellido para llevar a su equipo a la ALDS.
El venezolano Eduardo Rodríguez tomará la pelota en este primer encuentro; con foja de 13-8 (la mejor de su equipo) y efectividad de 4.74, el zurdo tendrá la misión de dominar los bates de Tampa Bay.
En la temporada, El Gualo se enfrentó cuatro veces a los Rays; ganó uno, perdió otro y se fue sin decisión en par de oportunidades, toleró 11 carreras limpias y ponchó a 24 rivales en 21 entradas.
Liga Nacional
Los Gigantes de San Francisco dieron un golpe a la mesa desde bien temprano, peleándose el liderato del Oeste con los Dodgers, casi hasta el último día. Brandon Crawford y Buster Posey tiraron de un carro, en el que también destacaron Mike Yastrzemski, Brandon Belt y el venezolano Wilmer Flores. Posteriormente se les unió Kris Bryant, en plan estelar.
Asimismo, las cuatro piezas principales que engranan su pitcheo abridor fueron de las mejores que hubo en toda la campaña. Kevin Gausman es un claro candidato para pelear el Cy Young, como su as debería asumir el primer juego. Anthony DeSclafani, Logan Webb y Alex Wood completan el cuarteto.
Los Cerveceros de Milwaukee sorprendieron a más de uno al titularse en el Centro del circuito, pero es que con una rotación que no contaba con uno, sino con dos ases las cosas resultan más sencillas. Corbin Burnes y Brandon Woodruff lanzaron primores toda la temporada, mientras que Freddy Peralta y Adrian Houser no desentonaban en mantenerles el ritmo.
El relevo de los luposos también estuvo a la altura. Sin hubiera que encontrarle un punto debil a esta novena, sería su ofensiva (y no lo es); con Christian Yelich fuera de su ‘timing’, Avisaíl García asumió el rol de líder, secundado por Luis Urías y Willy Adames. La dupla criolla (conformada por Manny Piña y Omar Narvaez) hizo un gran trabajo detrás del plato y la llegada de Eduardo Escobar le brindó un mayor equilibrio a la alineación, por su capacidad para batear a las dos manos; la versatilidad defensiva de ‘El de La Pica’ también fue un alivio para el mánager Craig Counsell, que lo utilizó en ambas esquinas del diamante.
Mientras tanto, el comodín del Viejo Circuito se lo llevaron los Dodgers en un reñido encuentro ante los Cardenales de San Luis, que se cerró con broche –y batazo– de oro.
Con sendos cuadrangulares de Justin Turner (en el cuarto inning, para empatar) y de Chris Taylor (con uno abordo para dejar en el terreno), los californianos decidieron el compromiso, no apto para cardíacos en el que el pitcheo (comandado por Wainwright y Scherzer) fue el protagonista. Los Dodgers siguen vivos en la búsqueda de revalidar el título.