Los Lakers lo han pasado muy mal en ausencia de Anthony Davis. 'La Ceja' se perdió 30 partidos por una lesión y su regreso fue recibido por los campeones como Maná caído del cielo. Sin embargo las cosas han sucedido al revés de los esperado y los amarillos pelean por no perder una de las seis plazas directas a los Playoffs que otorga el Oeste.

Contra todo pronóstico, los Lakers son peores desde que llegó AD. Y es una cuestión estadística. Desde su vuelta, Davis ha jugado seis partidos en los que sus promedios son: 16,5 puntos, 6,7 rebotes, 39,4% en tiro y 17,4% en tiros de tres. No son, desde luego, números de estrella. Pero el principal problema es que los campeones pierden por 56 cuando Davis está en la cancha, el peor +/- del equipo, doblando incluso al segundo peor.

Cuesta imaginar que el talento de Davis no esté ayudando a los Lakers a ganar partidos, pero incluso su presencia, indolente en ocasiones, puede resultar incluso nociva en ciertos momentos de los partidos.

Ante los Raptors, en la última derrota del equipo, 'La Ceja' logró 12 puntos en 33 minutos, alcanzando la veintena de puntos tan sólo en dos de los seis choques que ha disputado. Antes, era un habitual.

Ahora mismo, los Lakers son un imán para las malas noticias. Davis se ha convertido en un problema y el equipo parece más vulnerable con él en pista, LeBron James se retiró pronto del partido ante Toronto por molestias en un tobillo y encima, Dennis Schroder se perderá un par de semanas por protocolos del covid-19. Y todo esto con una racha de tres derrotas seguidas y un pésimo 3-7 en los últimos 10 encuentros.

Los Lakers han desaparecido de las preferencias por el título en estos momentos con equipos, baloncestísticamente, muy por encima de ellos como Brooklyn, Philadelphia o Utah. Las esperanzas amarillas es que las piezas empiecen a encajar cuando los Playoffs entren en escena. Pero a día de hoy, repetir el título parece una quimera.