El único debutante de 2021 y el primer chino en la historia de la Fórmula 1. Con un coche que no es puntero, el Alfa Romeo, un compañero que será el número 1 del equipo, como Valtteri Bottas, y pese a todo, ganas de brillar. Así se presenta el año para Guanyo Zhou.
"Quiero lograr para China en automovilismo lo que Yao Ming logró en baloncesto. Muchos chinos ya están interesados en la Fórmula 1, pero si hago un buen trabajo aquí, estoy seguro de que más personas en China seguirán mi carrera", asegura el piloto, que ha vivido el éxito de la medallista olímpica de oro en esquí Eileen Gu.
"Todavía hay grandes diferencias entre ellos y yo", sonrió Zhou. "Gu es campeona olímpica. Yo, en cambio, no soy campeón mundial y no lo lograré inmediatamente. Primero tengo que desarrollarme más", asegura Zhou, que quedó tercero en la F2 el pasado año.
Lo cual no evita el mantra de que ha llegado con una cartera de billetes bajo el brazo. "No puedo controlar lo que piensan algunas personas, siempre tuve que demostrar mi valía en Fórmula 4, Fórmula 3 y Fórmula 2. Siempre tuve que ganar carreras y luchar por el título. Y demostré en la Fórmula 2 que tengo lo que se necesita para estar en la Fórmula 1. Gané carreras allí y luché por el título. Ahora depende de mí mostrar mis habilidades también en la Fórmula 1", dice firme.
"En China, es muy difícil llegar a donde estoy ahora.Tuve que perseguir este sueño con total compromiso desde muy joven. El riesgo de que no llegara a la Fórmula 1 era del 80 por ciento".
Zhou, que llevará el número 24 en el coche, tendrá un potencial ilimitado de audiencia en su país, con más de 1.300 millones de personas y además el Gran Premio de China regresa al calendario al calor del paso, esperemos, de la pandemia y la presencia del propio piloto.