Jannik Sinner, Alcaraz y el cambio de orden en el tenis mundial
El italiano Jannik Sinner cerró de forma inolvidable una inigualable temporada: con la Copa Davis para la Italia que lidera, acomodado en el número uno, Maestro incuestionable entre maestros y con los dos primeros Grand Slam en su expediente. Marca tendencia el transalpino, dominador del tenis profesional junto a Carlos Alcaraz. Porque aunque da la sensación de que la fuerza de lo más reciente amortigua el peso del pasado, el español se apropió de alguno de los momentos más llamativos de la temporada. Por delante de Sinner. Acaparó el foco el murciano en grandes eventos y atravesó registros aún todavía inigualados. El futuro es de ambos. Entre los dos, el alemán Alexander Zverev que se resiste a ser arrinconado por la frescura de los componentes de esta nueva generación. La que ha sido capaz de derribar el dominio del ‘big three’ en el tenis mundial.
El 2024, supuso un cambio de orden definitivo. Sinner y Alcaraz han echado abajo el imperio, aparentemente eterno, del que hizo gala la puja entre el serbio Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer, un triunvirato al que acompañó durante una época el británico Andy Murray, descolgado por las lesiones del empuje que la terna ofreció durante tantos años en el circuito. Resistieron el serbio, el español y el helvético a la amenaza de prometedoras camadas que no terminaron de asentarse, de instalarse entre ellos. Hubo momentos puntuales, triunfos ocasionales en torneos grandes. Pero siempre, a lo largo de las dos últimas décadas, uno de los tres, si no dos o incluso los tres, se hizo fuerte en algún evento.
Jugadores como el argentino Juan Martín del Potro, el austríaco Dominic Thiem, el ruso Daniil Medvedev, el suizo Stanislas Wawrinka, el crota Marin Cilic o, especialmente, el propio Murray, se han interpuesto eventualmente en el recorrido del trío. Pero ninguno con la suficiente fuerza como para cuestionar el dominio en el circuito que se han repartido el serbio, el español y el helvético a lo largo de estos años.
Veinticuatro Grand Slam acumula, más que nadie, Djokovic, el único aún vigente. En decadencia pero vigente. Veintidós cuenta Rafael Nadal que ha decidido este año poner fin a su recorrido profesional. Con veinte echó el cierre a su carrera Federer, hace dos temporadas Djokovic cayó en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, en septiembre pasado, batido por el australiano Alexei Popyrin y el cambio de orden se certificó. Fue el fin del absolutismo del Big Three. Por primera vez desde el 2002 ninguno de los tres ganó un Grand Slam. El serbio era la única opción. Pero no pudo. Fue un momento histórico que evidenció el ‘sorpasso’ de una nueva generación, el cambio de ciclo definitivo.
Al serbio, el hombre récord en la historia del tenis, le dio, al menos, para ganar el oro olímpico en París 2024 y cumplir con el expediente. Era su única asignatura pendiente. La aprobó en agosto pasado al vencer en la final, disputada en las instalaciones de Roland Garros, a Carlos Alcaraz. Le bastó con eso al ganador de veinticuatro grandes que asume la cuesta abajo en su carrera y que afronta el futuro con incertidumbre y con minuciosidad. Selecto a la hora de elegir retos y desafíos, cuidadoso con su físico.
Por primera vez desde que inauguró su historial en el 2006 con los triunfos en Metz y Amersfoort cuando daba sus primeros pasos, Djokovic echó el cierre a la temporada sin títulos ATP. Solo en los Juegos Olímpicos. Pero sin lograr el título 100 en su carrera. Perdió las finales del Masters 1000 de Shangai y de Wimbledon y cayó hasta el séptimo lugar del ránking mundial. Algo insospechado poco tiempo atrás. La hora de Sinner, el momento de Alcaraz Novak Djokovic afronta el 2025 como una nueva oportunidad. Pretende calibrar el balcánico el nivel de sus fuerzas y la capacidad de su cuerpo cuando ve de cerca la cuarentena. Es un desafío al tiempo. Otro más del jugador de Belgrado que en mayo cumplirá 38 años, la edad en la que Nadal ha dicho adiós.
Mientras, contempla la solidez de Sinner y de Alcaraz, los que han sobrevivido al giro dado sobre la pista. Sinner número uno, Alcaraz, el tres. Entre ambos, Zverev que aún no ha conseguido abrillantar su recorrido con un gran título. Perteneciente a una generación intermedia, sigue el germano con el vigor necesario para intentar cuestionar el dominio del italiano y del español. Parece haber dimitido de la lucha el danés Holger Rune, al que se le presumía un futuro prometedor y al que se anunció como el tercero en la carrera, en la llegada de un nuevo ‘Big Three’. Pero se ha quedado a medio camino, de momento, el danés de carácter complicado y sin la madurez y dureza mental que sostiene el día a día del italiano y del español, que han iniciado el recorrido por acaparar, durante unos cuantos años, el poder en el circuito.
Alcaraz, que llegó a ser el número uno más joven de la historia cuando en el 2022 alcanzó los más alto con 19 años, cuatro meses y seis días, ha mantenido un gran nivel en la temporada. Especialmente al principio. Al margen del Abierto de Australia que logró Sinner, el primero, el murciano revalidó la corona en Wimbledon después de batir a Djokovic y se estrenó como rey en Roland Garros donde recuperó el dominio del tenis español tras Rafael Nadal. No hubo campeón hispano en el 2023. Pero Alcaraz lo rescató en este 2024. Fueron los mejores momentos del ejercicio para el español que fue plata olímpica en París y que también agrandó su hoja de méritos con los trofeos de Pekín e Indian Wells.
Arrastra ya dieciséis éxitos Carlos Alcaraz que cuenta con cuatro Grand Slam en su carrera: dos Wimbledon, un Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos y que estos días intensifica su puesta a punto para triunfar en Australia y cerrar el círculo. Es el único Grand Slam que falta en las vitrinas del joven de El Palmar que ha tenido un fin de curso más gris. Desde que perdió la final en París 2024 decayó el español que se apartó de la carrera por el número uno y que fue víctima de las secuelas físicas de un año intenso.
Lo aprovechó Sinner para acaparar méritos. El jugador de San Cándido, de 23 años, consiguió en este 2024 sus primeros ‘major’. Además de alcanzar la cima del ránking reivindicó el poder del tenis italiano con la conquista, por segundo año seguido, de la Copa Davis. Fue el líder de su selección en Málaga y culminó una temporada memorable. La mejor de su carrera. Ocho trofeos en el 2024 elevan a dieciocho los acumulados desde que es profesional. Venció en Rotterdam y Halle pero especialmente en el Masters 1000 de Shangai, de Miami y de Cincinnatti. Y explotó en el Abierto de Australia y de Estados Unidos, los Grand Slam de apertura de su recorrido. El éxito en las Finales ATP reivindicaron su potencial individual y reafirmaron un poderío incuestionable. Solo Alcaraz da la sensación de poder hacer frente a Sinner que terminó el curso en todo lo alto. A la espera de la respuesta de Djokovic o de alguna nueva irrupción, el desafío está expuesto. Sinner contra Alcaraz, los nuevos tiempos, el cambio de guardia.