Courtois, Nacho, Militao y Valverde: los héroes de Anfield
El Real Madrid aguantó el chaparrón de Anfield y ya está en las semifinales. No fue esta vez el partido de Benzema o de los medios. Por encima de todos, emergió Thibaut Courtois, un muro infranqueable para un equipo red que lo intentó durante los 90 minutos por tierra, mar y aire, pero ahí estuvo siempre el belga. Junto a él, Militao y Nacho en el centro de la zaga y Valverde como lateral acabaron con la moral de los de Klopp.
Hay cuatro paradas que valen un pase a semifinales. Porque en el arreón inicial, si el Liverpool no marcó pronto, lo que habría cambiando totalmente el guión del partido, fue gracias al meta blanco. En el minuto 2, con todo a favor, Salah disparó ante el portero pero éste sacó una pierna milagrosa. Era el 1-0 claro. Pero en medio del vendaval red, en el minuto 11, Milner mandó desde la frontal una pelota a la escuadra pero por ahí voló el belga para sacar la pelota a mano cambiada.
El Liverpool arrancó la segunda parte de nuevo a por todas en busca de un gol. Y pudo llegar en el primer minuto de la segunda parte. Firmino se plantó ante el portero blanco, que estuvo muy rápido en la salida para evitar el gol. Ya en el descuento, tras una pérdida de los de Zidane, Salah se plantó ante Thibaut, que salió a los pies del egipcio para mandar la pelota a córner.
Además de las paradas providenciales, Courtois estuvo inmenso en los balones por arriba, también en la salida del balón, bien en corto o en largo cuando lo requería, y su presencia y seguridad fue minando la moral de los Firmino, Mané o el propio Salah.
Los titanes de la zaga: Nacho y Militao
Un Real Madrid sin Sergio Ramos y Varane era no hace mucho una invitación para que el madridismo se echara a temblar. Los resultados sin ellos, sobre todo cuando el capitán faltaba en Europa, eran un agujero negro. Hoy esa sensación se ha borrado y el Madrid está entre los cuatro mejores equipos de Europa con una pareja de centrales que se ha comido a los delanteros del Liverpool en los dos partidos de cuartos de final.
Nacho y Militao firmaron en Anfield un partido de verdaderos titanes. No era fácil, porque sus laterales sufrieron durante los 90 minutos y la exigencia se fue disparando para ellos según avanzaba el partido.
Lo de Nacho ya no es noticia. El Lobo anda crecido y en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Por algo su nombre no es para nada descartable de cara a la Euro. Hace ya meses que su rendimiento en tan alto que Zidane le dio los galones de tercer central.
Con datos de rendimiento en el mano, es de justicia pensar que este Nacho está para ser titular en el Madrid aunque todos los centrales estén sanos. Y también para cuestiona que el equipo deba acudir al mercado para reforzar esa posición.
El de los 50 millones
El caso de Militao es distinto. La mochila de los 50 millones que costó le ha pesado, pero ha llegado el momento en el que ha demostrado que la apuesta no era una locura.
Cuando menos se esperaba, cuando muchos ya daban por liquidada la vida del brasileño en el Madrid, Militao ha dado un golpe en la mesa para decir que tiene madera de futbolista para honrar la camiseta de las 13 Copas de Europa.
En Anfield, como la semana pasada ante el Liverpool y en el Clásico, el central de Sertaozinho se convirtió en una roca contra la que chocaron los ataques del Liverpool por tierra, aire, a campo abierto o en espacios cortos. Colosal.
Valverde, de lateral e infiltrado
"Esto fue hoy a la tarde. No quería poner nada hasta que terminase el partido y seguro después me retes por publicarla, pero debo hacerlo igual porque es tu esfuerzo y nadie te regalo nada. Día y día pinchándote para estar firme y hoy cumpliste más que nunca. Sos nuestro orgullo". Lo escribió en sus redes sociales Mina Bonino, la mujer de Fede Valverde.
Es la mejor manera de explicar lo que ayer vivió Valverde en Anfield. Con ese tobillo en el que le costaría un mundo calzarse la bota, el uruguayo fue el lateral elegido por Zidane. Sufrió, como era de esperar, pero mostró algo que es ADN uruguayo: garra, entrega y corazón.