Tokio 2020 frente al temor de un primer brote en Villa Olímpica
Tras surgir tres casos positivos de COVID-19 en el seno «del mismo equipo» en la Villa Olímpica, los Juegos de Tokio se enfrentan este domingo a la gestión de un primer brote de infección.
A cinco días de la apertura de los Juegos Olímpicos (23 de julio-8 de agosto), los organizadores han detectado dos deportistas infectados en la Villa, justo después de anunciar la víspera el primer caso positivo —un miembro del equipo— en esta inmensa residencia emblemática de los Juegos.
Y esos tres infectados son «del mismo país y el mismo deporte», reveló este domingo un portavoz del comité de organización durante una rueda de prensa, sin dar más detalles sobre la delegación afectada.
Los dos deportistas positivos y su acompañante han sido «aislados en su habitación y Tokio-2020 les lleva la comida», añadió la misma fuente, mientras que sus «contactos estrechos han sido identificados».
Estos «contactos» han sido sometidos inmediatamente a pruebas nasofaríngeas, que se añaden al control de saliva cotidiano de los participantes en los Juegos, y deberán «comer en su habitación, entrenarse aparte y tomar transportes separados», explicó Pierre Ducrey, director adjunto de los Juegos en el seno del Comité Olímpico Internacional (COI).
Casos «inevitables»
La duración de estas medidas, que influyen en la vida del grupo así como en la preparación de la competición, dependerá de lo que dicte el «centro de control» anticovid en la Villa Olímpica.
«Solo cuando los expertos dictaminen que no supone ningún riesgo para los demás puede uno unirse a su equipo», detalló Pierre Ducrey.
No se trata de los primeros casos de COVID-19 relacionado con los Juegos ya que el COI contabilizaba este domingo 55 pruebas positivas entre las 30.000 llevadas a cabo sobre 18.000 deportistas, personal de sus equipos, oficiales o periodistas, llegados a Japón desde el primero de julio.
El COI también confirmó que uno de sus miembros, el surcoreano Seung Min Ryu, dio positivo a su llegada al archipiélago. El martes y el miércoles, los 102 miembros de la instancia se reunirán en un hotel de la capital japonesa para su asamblea general.
Pero el primer brote en el seno de la Villa Olímpica ilustra los temores a una infección en cascada en este lugar sin equivalente en el mundo deportivo, poniendo a prueba las medidas anticovid preparadas desde hace meses.
«Es inevitable que tengamos casos», reconoció este domingo Christophe Dubi, director de los Juegos en el COI, consciente del temor de una parte de la población japonesa frente a esta cita planetaria.
Un pico de 6.000 personas
Aseguró, no obstante, que «todo está listo para limitar las relaciones» y «mantener el riesgo» de infección en cadena «en un mínimo absoluto».
Los casos positivos ligados a los Juegos son por ahora marginales, subrayaba el sábado el presidente del COI, Thomas Bach, que promete desde hace meses unos Juegos Olímpicos «seguros» tanto para los participantes como para la población japonesa.
Desde la primavera, el COI había concentrado sus esfuerzos en la vacunación de las delegaciones, alcanzando un acuerdo con los laboratorios Pfizer y BioNTech antes de poner en marcha “vacunódromos” olímpicos en Qatar y Ruanda.
La instancia pone ahora el acento en el cribado intensivo de los participantes en los Juegos, la limitación de contactos y el aislamiento inmediato de los casos positivos.
«Probablemente sea la población más controlada del mundo en estos momentos», insistió Pierre Ducrey.
Por otro lado, mientras la Villa Olímpica ha sido concebida para 17.000 personas, solo «6.000» como máximo podrán residir al mismo tiempo, en el pico previsto a la mitad de los Juegos, calculaba el sábado Christophe Dubi.
La casi totalidad de las pruebas de los Juegos tendrán lugar a puerta cerrada y decenas de miles de participantes —de deportistas a oficiales, pasando por periodistas llegados del extranjero— serán sometidos a estrictas restricciones debido a los riesgos sanitarios.
Preguntados por AFP, habitantes de Tokio mostraron su preocupación: «Pensaba que la Villa Olímpica sería más segura, me sorprende que el virus haya podido entrar (…) la epidemia se extenderá más una vez empiecen los Juegos», dijo Riyoka Kasahara, de 23 años.
«De alguna manera, me lo esperaba. Me pregunto por qué se celebran estos Juegos, aunque hayamos esperado un año, sobre todo viendo que hay variantes más contagiosas», afirmó de su lado Shotaro Watanabe, de 22 años.