El primer combate de la temporada entre los dos pesos pesados del baloncesto español se decidió a favor del Real Madrid por KO técnico en el último asalto. Los blancos sufrieron para conquistar su quinta Supercopa seguida, la quinta consecutiva que pierde un Barcelona que ya empieza a ver fantasmas cada vez que se topa con camisetas blancas. Hubo que esperar a la prórroga para ver cómo los azulgranas, tras imponer durante muchos minutos su defensa ante el talento ofensivo de los blancos, caían a la lona (89-83).
Los de Jasikevicius llevaron la iniciativa hasta el minuto 23 (33-45) gracias a la solvencia ofensiva de Sanli (21+5), imparable para los blancos, y a la excelsa dirección de Laprovittola en su versión más altruista (12 puntos y 14 asistencias). Pintaba mal la cosa para el Madrid, que había sobrevivido hasta entonces a tirones sostenido por la solidez de Musa (19) y Deck (14+8). Pero dejó de sufrir en cuanto Edy Tavares, el jugador más determinante de Europa, sacó su corpachón y sus interminables brazos a pasear.
Parcial de 19-2 con Tavares en el epicentro
Musa, Llull, (con tres triples seguidos), y el propio Tavares fabricaron antes del descanso un parcial de 19-2 que les hizo recobrar la fe en la victoria. Pero sobre todo fue el gigante blanco quien más contribuyó a generar esa sensación, mostrándose imparable en ataque e inabordable en defensa, donde sembró el pánico. Llevaba 7 puntos y 4 rebotes al descanso y acabó el partido con 24 puntos, 12 rebotes, 5 tapones, 5 asistencias y 40 de valoración, récord de la Supercopa.
El Barça llegó a forzar la prórroga con las embestidas de Jokubaitis y Tobey, y la prórroga fue un cara a cara (aunque a ambos les separen 27 centímetros) entre Laprovittola y Tavares. El argentino firmó seis puntos y dos asistencias en el tiempo extra, pero el caboverdiano superó su producción con seis puntos y dos tapones decisivos (uno a Kalinic a 2.42 y otro a Sanli a 28 segundos del final) para evitar el empate de los azulgranas, que ya no pudieron levantarse y fueron sepultados definitivamente por cuatro tiros libres postreros de Deck.
Estratosférico inicio de Sanli
El inicio de partido tuvo un protagonista indiscutible, Sertac Sanli, autor de los primeros 11 puntos de los azulgranas (13-11, min 6). Tavares todavía está buscando al pívot turco, que se las metió de todos los colores y no sólo sacándole de la zona como acostumbran a hacer los pívots ante el gigante blanco, Deck, Musa, Tavares y Causeur ponían el contrapunto para los blancos, que terminaron por delante en un primer cuarto jugado a todo trapo (17-15), gracias a su dominio del rebote (13 con 8 ofensivos) con el que compensaba su mala puntería desde el triple (1/7).
En el segundo el Barça echó el freno de mano al partido con su extraordinaria defensa y el ataque blanco -con Llull, Rudy, Musa, Hezonja y Poirier en cancha- colapsó. Una canasta en juego anotaron los de Chus Mateo en los siete primeros (21-28, min 17). Los de Jasikevicius mordían atrás, tenían las ideas más claras en ataque y encontraron el filón ofensivo de Kuric (8 puntos en el segundo acto) para abrir hueco (27-37, min 20). El Barça afinaba en sus ataques (12/20 t2 y 3/9 t3) ante el desatino general de su rival (10/28 t2 y 1/9 t3). A los blancos, que sólo anotaron cuatro canastas en juego en ese cuarto, les salvaba su superioridad reboteadora (24 con 13 ofensivos por 17 del Barça).
En la reanudación siguió pintando en bastos para el Madrid, que no aprendió de sus errores y vivió un 'dëjà vu' del primer cuarto con Sanli martilleando su aro y amargando otra vez a Tavares (33-45, min 23). Los blancos respiraron algo con la tercera personal del turco y llenaron de confianza sus pulmones con dos embestidas de Musa que encendieron la mecha de la remontada. Tavares y Deck se subieron al carro del bosnio, pero fue Llull, discretísimo hasta entonces, quien dio el vuelco al partido con tres triples seguidos. El Barça entró en pánico y encajó un parcial de 19-2 en apenas seis minutos (55-49, min 20) para emborronar un cuarto infame (26-12) que le dejó tiritando.
El Madrid cobró su máxima renta tras un triple de Rudy (58-51, min 32), pero Sanli primero y Kalinic después penalizaron las pérdidas de los blancos (16 en ese momento) para devolver la ventaja a los suyos con Laprovittola moviendo los hilos con maestría (58-59, min 34). Rudy se lastimó la muñeca tras sacar la cuarta falta de Sanli y el partido entró en un intercambio de golpes definitivo. El Barça contrarrestó con triples de Jokubaitis y Tobey las acometidas de Tavares y Musa. Tavares puso por delante a los blancos a 50 segundos del final con dos tiros libres (71-69), pero 'Lapro' habilitó a Tobey para que empatase a 15 de la conclusión (71-71). En la última jugada Deck erró el triple y el partido se fue a la prórroga.
En el tiempo extra Laprovittola intentó lo imposible para aupar a su equipo (6 puntos y 3 asistencias), pero el Barcelona se estrelló con el muro blanco, que con seis puntos y dos tapones (uno de ellos a 28 segundos del final a Sanli para evitar el empate) decantaron la balanza para los blancos, que abrochó el triunfo y se llevó el trofeo a casa con cuatro tiros libres de 'iceman' Deck.