De Nadal a Alcaraz, el tenis español queda en inmejorables manos
Con Rafa Nadal viviendo su primer día como exjugador profesional, el relevo del tenis español no puede quedar en mejores manos: Las de Carlos Alcaraz, ya sin la protección de su ídolo para seguir su pulso con Jannik Sinner por ser el rey del circuito.
«Mi sueño siempre fue convertirme en número 1 mundial, ganar torneos del Grand Slam y, en parte, este sueño nace gracias a Rafa», explicó el número tres mundial tras la derrota de España contra Países Bajos en la Copa Davis el martes, que significó la retirada definitiva del ídolo español.
Sin duda, Alcaraz, de 21 años de edad, va por el buen camino. Tiene cuatro títulos de Grand Slam, fue el número 1 más joven de la historia y enamora a los aficionados al tenis con su magia en la pista.
Pero le queda mucho recorrido para acercarse a Nadal: 22 títulos grandes, 5 Copas Davis y 2 oros olímpicos (individuales en 2008 y dobles en 2016).
«No quiero pensar que debo perpetuar su herencia», avisó Alcaraz sobre el Everest que tendría por delante.
«Solo un Rafa»
«Habrá muchas Copas Davis, pero solo hay un Rafa», añadió el murciano en las redes sociales sobre el emotivo momento vivido en Málaga.
Antes, el relevo entre ambos jugadores españoles quedó sellado en Roland Garros: en junio Carlitos logró su primera Copa de los Mosqueteros en un torneo que fue el último para Nadal, con un inédito registro de 14 títulos, eliminado en primera ronda por Alexander Zverev.
A continuación, a finales de julio, ambos jugadores formaron la pareja de dobles Nadalcaraz para intentar colgarse una medalla en los Juegos de París. Pero cayeron en cuartos. Alcaraz sí pescó medalla, la plata en individuales, perdiendo ante Novak Djokovic en la final.
Su complicidad quedó clara esta semana en Málaga, donde el lunes compartieron el último entrenamiento como profesional de Nadal, con un set que no terminaron y en el que empataron 4-4.
Luego llegó la derrota del casi cuarentón -38 años- en el arranque de la serie ante Países Bajos el martes, el triunfo de Alcaraz para igualar y la derrota definitiva en el dobles, de nuevo con el N.3 mundial en pista junto con Marcel Granollers.
«Muchas generaciones diferentes»
«He conocido muchas generaciones diferentes. La clave del éxito para nuestro país es que siempre han existido relaciones estrechas», aseguró Nadal.
Una cercanía con el ídolo que ha enseñado a Alcaraz «la pasión, tanto en la pista como fuera», aseguró el murciano el miércoles.
Los legendarios «¡Vamos!», gritados hacia al público con el puño alto tendrán un digno heredero en el circuito.
Alcaraz ha ganado tres de los cuatro torneos del Grand Slam y en enero intentará completar su colección con el Abierto de Australia… Con solo 21 años de edad. Nadal lo consiguió a los 24 años.
La ambición, clave para crecer
Australia será el próximo reto del español, que con la eliminación en la Davis cierra una temporada 2024 sobresaliente, con el doblete Roland Garros-Wimbledon, pero que de nuevo se le hizo demasiado larga, sin grandes resultados en la parte final del año.
«Voy a intentar dar lo mejor de mí mismo, ser mejor persona y mejor jugador día tras día, torneo tras torneo y año tras año», señaló Alcaraz el miércoles como una declaración de intenciones ante los que subrayan que la ambición puede ser el punto débil del superdotado español, justo lo que nunca le faltó a Nadal.
«Y veremos al final de mi carrera. Si logro la mitad de lo que él hizo, estaré contento», remató la sonrisa del circuito.