La reaparición en una pista de baloncesto de Luka Doncic ha demostrado una cosa: el esloveno quiere llegar en plena forma al Eurobasket y luego, ya de paso, al comienzo de la temporada de la NBA. Su presencia con Eslovenia con el que ha vuelto a jugar, en este caso un amistoso contra Italia, ha evidenciado una profunda puesta a punto que ha desembocado en verle mucho más fino que a lo largo de esta pasada temporada.

De hecho Doncic tuvo una campaña que fue una montaña rusa de sensaciones, malas, con las lesiones y las críticas a su estado de forma y a su juego, y buenas, los récords que ha seguido batiendo y haber liderado a los Mavs a las finales de la conferencia Oeste, perdiendo con los campeones Warriors.

De hecho, la prensa eslovena habla de una pérdida de siete kilos con respecto al final de temporada. Y ya en los partidos de los Playoffs, Doncic había rebajado peso con repecto al comienzo de la temporada. Él mismo, a través de publicaciones en Instagram, confirmó que apenas ha tenido una semana de respiro tras el final de la temporada y que el gimnasio ha sido su hábitat natural hasta ahora.

Las intenciones de Doncic son las de disputar con Eslovenia el Eurobasket que comienzo en septiembre. La selección que él lidera es la vigente campeona después del título obtenido en 2017. Antes tendrá las Ventanas de clasificación para el Mundial y, tras la cita europea, llegará el comienzo de una nueva temporada NBA en la que ya figura como favorito para ser el MVP.