Durante mucho tiempo se habló de muros, rivalidad y diferencias dentro del garaje de Yamaha. La relación entre Jorge Lorenzo y Valentino Rossi se sostuvo a base de cordialidad sobre todo durante los primeros años del balear en el seno de la fábrica japonesa, pero ni siquiera eso fue suficiente para impedir conflictos entre ambos pilotos dentro de una estructura donde el italiano era la gran estrella. El Doctor se lo había ganado a pulso, pues cuando el español llegó al equipo él ya había sumado para las vitrinas de Iwata dos títulos de campeón, pero enfrente se encontró con un martillo que quería seguir el mismo camino para ampliar su palmarés en el Mundial.

Cuando Jorge llegó a MotoGP sintió de todo menos miedo y ni siquiera el hecho de compartir garaje con el mejor piloto de la categoría le mermó. Más bien todo lo contrario. Sus ansias de ganar le llevaron a conocer con mucha dureza lo que era la categoría reina durante su temporada de debut en 2008 y tras aprender la lección, viendo además como Rossi conseguía un nuevo título durante esa temporada, subió el nivel hasta el punto de vivir su momento más tenso con el italiano en el curso siguiente. "¿Lo peor? Fue en 2009 en Barcelona", comienza relatando el nueve veces campeón en el programa In Depth, sobre la carrera que fragmentó al garaje de Yamaha con ambos en sus filas: "En el equipo empezó a haber algunos problemas. Para una parte fue un gran alegría porque gané yo; los otros estaban enfadados…".

Pese a que tardó todo un curso en terminar de saltar la relación entre los dos campeones por los aires, el malestar de Valentino llegó con el anuncio del fichaje de Jorge: "En 2008, Yamaha decidió hacer un equipo con dos pilotos top. Yo me enfadé con Yamaha porque me dije: 'Vengo aquí, gano después de 20 años, merezco un piloto que sea un poco menos que yo', pero no, decidieron hacerlo así. Esto me hizo cambiar de moto e irme a Ducati porque con Lorenzo fue difícil".

Los de Iwata reunieron en sus filas a dos campeones como en su día sucedió en Mercedes con Hamilton y Rosberg. Aunque había diferencia entre ambas parejas: "Es muy parecido, pero ellos eran más amigos en comparación con Jorge y yo. Pero al final eran dos pilotos top, con el mejor equipo, el mejor coche y en nuestro caso, la mejor moto". Lo tenían todo de cara para triunfar, pero "el problema es que luchas por el mismo objetivo" reconoce Valentino, en un mundo donde "todos quieren ganar". "Era difícil no pelearse (con Lorenzo)", recalca el nueve veces campeón, sobre cómo vivió una rivalidad que termina justificando por una "tensión que era muy alta" fruto de un objetivo donde solo el mejor, conseguiría hacer historia.