Siete elegidos al Salón en su último año
Hay algunos candidatos al Salón de la Fama que entran directo a Cooperstown en su primer año en la boleta. Otros casos no son tan simples, requiriendo de años de debates, argumentos, contrargumentos y frustraciones, con sus seguidores tratando de cambiar las opiniones de los demás y aquellos que tienen dudas agarrándose a su forma de ver las cosas. Algunas veces, el progreso es bien lento. Y otras, llega de un solo golpe.
Un selecto grupo de candidatos llegó hasta el final del proceso antes de recibir por fin el llamado de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA), algo que Barry Bonds, Roger Clemens, Curt Schilling y el dominicano Sammy Sosa esperan lograr en el 2022, su último año de elegibilidad. De hecho, sólo los siete listados aquí abajo han sido electos en su última oportunidad.
Nota: Bajo las reglas de la BBWAA, los jugadores aparecen por primera vez en la boleta cinco años después de su última campaña. Antes, contaban con 15 años de elegibilidad, pero el límite fue reducido a 10 años antes de la elección del 2015.
Larry Walker, 2020
Total en su último año: 76.6%
Durante 17 campañas en la Gran Carpa, incluyendo 10 con los Rockies, Walker bateó .313/.400/.565 (OPS+ de 141) con 383 jonrones y 230 bases robadas. Además, se ganó siete Guantes de Oro y realizó 154 asistencias en los jardines. Sin embargo, en sus primeros ocho años en la papeleta de los periodistas, Walker siempre pareció lejos del Salón, pues los votantes parecían penalizarlo por haber jugado un tercio de los partidos de su carrera en el Coors Field, un estadio bien favorable para los bateadores.
Walker sacó el 20.3% de los votos en su primer año en el 2011 y cayó al 10.2% en el 2014. En el 2018, todavía estaba sólo por el 34.1%.
Pero Walker avanzó mucho en sus últimos dos años de elegibilidad, con más y más votantes reconociendo su excelencia en todas las facetas del juego. Tras saltar al 54.6% en el 2019, Walker pasó finalmente del 75% en el 2020, convirtiéndose en el segundo jugador nacido en Canadá en llegar a Cooperstown.
Edgar Martínez, 2019
Total de votos en su último año: 85.4%
No fue un ascenso sencillo para el puertorriqueño, quien sacó apenas el 36.2% de los votos de la BBWAA cuando debutó en la boleta en el 2010 y de hecho bajó al 25.2% en el 2014. La estrella de los Marineros no pasó del 50% sino hasta su octavo ciclo, lo que hace aun más impresionante que haya superado por tanto el 75% requerido en su último año. Martínez debió superar el estigma contra los bateadores designados, pero una vez que los votantes aceptaron las métricas modernas y comprendieron la grandeza de Martínez al bate, la historia cambió.
Tim Raines, 2017
Total de votos en su último año: 86.0%
Raines fue otro que se montó en la ola sabermétrica para llegar a Cooperstown. La otrora estrella de los Expos sacó menos de un cuarto de los votos de la BBWAA en el 2008, su primer año como elegible, y no pasó del 50% hasta su sexta oportunidad. Pero una campaña que empezó en las redes sociales comenzó a convencer a los votantes de que, en vez de fijarse en lo que no hizo Raines--como llegar a los 3,000 hits o batear .300 de por vida--había que poner la mira en su extraordinaria capacidad para embasarse, efectividad a la hora de robar bases y poder ocasional. Así, aumentó en un 31% sus votos en sus últimos dos años en la boleta.
Jim Rice, 2009
Total de votos en su último año: 76.4%
Rice, quien fue el JMV de la Liga Americana en 1978 y conectó 124 cuadrangulares entre 1977 y 1979, se vio afectado por los estándares modernos con los que empezaron a medir a los toleteros tras la llamada “Era de los Esteroides”, por lo que su candidatura tardó en tomar fuerza. Rice vio a otros 21 jugadores ser exaltados por la BBWAA durante su espera de 15 años, pero la historia empezó a cambiar en el 2006, cuando pasó por primera vez del 60%. La leyenda de los Medias Rojas se perdió la elección por apenas 16 votos en su penúltimo año, antes de superar el umbral del 75% por siete votos en el 2009.
Ralph Kiner, 1975
Total de votos en su último año: 75.4%
Una lesión en la espalda obligó a Kiner a retirarse a los 32 años en 1955, su décima temporada en las Mayores y el mínimo requerido para optar al Salón. Aunque le costó mucho entrar – sacó sólo tres votos cuando debutó en la boleta en 1960--al final, los electores terminaron reconociendo sus siete títulos seguidos de jonrones en la Liga Nacional y sus seis años encabezando las Mayores en bambinazos entre 1947 y 1952, un récord. Fue electo por el menor margen de la historia – un voto—en su último año bajo consideración del electorado. Según el Salón de la Fama, otros tres jugadores (Wee Willie Keeler, Al Simmons y Ferguson Jenkins) han logrado alcanzar exactamente el 75% por un voto desde la primera elección al Salón en 1936.
Joe Medwick, 1968
Total de votos en su último año: 84.8%
Parte del núcleo de los Cardenales en los años 30, Medwick se hizo famoso por su personalidad y su bateo. Sigue siendo el último bateador de la Liga Nacional en ganar la Triple Corona, lo que logró en 1937. Además, tiene el récord de dobles para la liga, con los 64 que pegó en 1936. Pero Medwick tuvo siempre una tensa relación con la prensa, lo que seguramente contribuyó a la larga espera. Finalmente pasó del límite requerido por 27 votos en 1968.
Red Ruffing, 1967
Total de votos en su último año: 86.9%
Ruffing aportó a la causa de seis equipos campeones de los Yankees, pero su porcentaje de ganados y perdidos de .548 y efectividad de 3.80 no eran cifras que garantizaban una elección automática a Cooperstown. La espera se alargó porque, además, a principios de los 60 la BBWAA no votaba todos los años. Pero por fin salió airoso en 1967, doblegando a Medwick por un 5.9% para conseguir el ansiado boleto a Cooperstown.