El Atlético sufrió un varapalo con la derrota sufrida ante el Mallorca. El 1-2 aleja al equipo rojiblanco de la cabeza de la clasificación y no sólo no ahuyenta las dudas en torno al equipo sino que las amplía. El Atlético ha tenido un inicio de campaña bastante anómalo y en Navidades puede estar fuera de las dos competiciones más importantes que disputa. Pero hay un hecho que nadie pone en duda en el club madrileño: Simeone es el que manda en la parcela deportiva del Atlético y no hay ninguna duda en torno a él. El Cholo es intocable y desde los altos mandos del club tiene total respaldo.

En el Atlético entienden que la entidad ha vivido una década de grandes éxitos, de títulos, donde el equipo ha estado compitiendo por todo. Hace unos meses el Atlético fue campeón liguero y esto se ha debido al Cholo. Otra cosa es que todos estén desconcertados con lo que le está sucediendo al equipo. No hay una explicación fácil a la fragilidad defensiva del conjunto rojiblanco, a la irregularidad que muestra, a los regalos que concede... Pero Simeone tiene todo el crédito del mundo en la temporada en la que desde la cúpula dirigente se había realizado un gran esfuerzo por reforzar la plantilla: llegaron jugadores de envergadura como De Paul y Griezmann.

El equipo madrileño afronta un partido decisivo ante el Oporto y tanto jugadores como cuerpo técnico recibirán muestras de apoyo por parte de los dirigentes. Otra cosa es que se admitan errores impropios del Atlético de la etapa del Cholo: el equipo no muestra la intensidad ni la agresividad de antaño. Se va de los partidos durante algunas fases de los mismos y si el Atlético no va al ciento por ciento puede perder ante cualquiera. El equipo no ha respondido al nivel de exigencia que se le pide pero Simeone ni corre peligro ni está cuestionado. En el Atlético saben de las dificultades para dar con el sistema de juego y tampoco parece que el Cholo haya dado con el once. Es evidente que puede sacar mucho más partido de la plantilla.

En el club entienden también que cualquier equipo puede atravesar una mala campaña, aunque ahora mismo la orden desde el alto mando del Atlético es la de apretar los dientes y recuperar las señas de identidad del Cholo: el correr más que el rival, el presionar y el meter la pierna. Luego la calidad hará el resto. Cerezo, Gil Marín y el resto del Consejo de administración entienden que ahora más que nunca hay que estar al lado del entrenador rojiblanco.